¡Sí es posible detener el envejecimiento en los humanos!
Una nueva investigación desarrollada por científicos de la Universidad Brigham Young de Utah, EU, revela que sí que podemos retrasar un tipo de envejecimiento, justo el que sucede dentro de nuestras células, todo esto gracias al sudor.
Todos conocemos a personas que parecen más jóvenes de lo que son en realidad y todo ello gracias al ejercicio.
Cuanto más activos físicamente somos, menos envejecimiento biológico sucede en nuestros cuerpos”, explica Larry Tucker, líder del trabajo.
El estudio encabezado por Tucker, ha descubierto que las personas que tienen habitualmente niveles altos de actividad física poseen telómeros significativamente más largos que aquellos que tienen estilos de vida sedentarios, o incluso los que son moderadamente activos.
Los telómeros son los extremos proteicos de los cromosomas y que equivalen a nuestro reloj biológico. Cada vez que una célula se replica, se acortan; de ahí que cuanto más mayores seamos, más cortos son nuestros telómeros.
El equipo de científicos analizaron los datos de 5,823 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Exámenes de Salud y Nutrición de los CDC (Centro de Control de Enfermedades), uno de los pocos índices que incluye valores de longitud de telómeros para los sujetos de estudio. También incluía información sobre la actividad física de los voluntarios.
Los resultados demostraron que los adultos con altos niveles de actividad física tenían telómeros con una ventaja biológica de envejecimiento de 9 años sobre los sedentarios y una ventaja de 7 años en comparación con las personas moderadamente activas. El ejercicio muy activo fue delimitado en 30 minutos de running para las mujeres y 40 minutos para los hombres, cinco días a la semana.
Aunque el mecanismo exacto de cómo el ejercicio preserva los telómeros es desconocido, Tucker cree que puede estar vinculado a la inflamación y al estrés oxidativo: “Sabemos que la actividad física regular ayuda a reducir la mortalidad y prolongar la vida, y ahora sabemos qué parte de esa ventaja puede deberse a la preservación de los telómeros”. (Agencia)