Matices
A veces es necesario un motivo que nos coloque fuera de nuestro estado de confort, para recordarnos que la vida tiene matices.
Muchas personas confunden tener una vida tranquila, con conformarse con una vida sin emoción, ni riesgo y limitan sus experiencias por miedo.
No se atreven a conocer algo distinto mucho menos a alguien que salga de los parámetros de lo que hasta el momento han conocido argumentando que quieren evitarse molestias, complicaciones o problemas, cuando en el fondo su temor realmente es a fracasar.
Desde mi punto de vista no se dan cuenta que la verdadera tranquilidad la van a sentir con el tiempo si hacen todo lo que está en sus manos para disfrutar realmente su vida aun tomando el riesgo de equivocarse cuando tienen la oportunidad .
Si bien es cierto que podemos vivir sin matices ni variantes, también es cierto que nos hace falta de pronto sentir las emociones a flor de piel, ponernos nerviosos, estar en la incertidumbre de lo que va a ocurrir, ilusionarnos por algo o por alguien…en fin no solo vivir por vivir, ni sobre vivir, sino sentir realmente la vida, en otras palabras sentirnos vivos.