Certeza en la infancia, carencia en la adultez
Por Claudia Cruz
Muchas personas confunden la franqueza con la grosería, la bondad con la debilidad, la prudencia con la falta de carácter, la verdadera generosidad con comprar cariño, el querer a alguien con necesitarlo…etc, en fin, que complicados somos los adultos, que lastima que con la edad perdamos espontaneidad y vivamos preocupados por el qué dirán.
Cuando somos niños definitivamente somos más auténticos, ojalá pudiéramos conservar lo más posible al niño que fuimos alguna vez, eso nos permitiría conciliar más nuestras diferencias con los demás y viviríamos con más armonía ¿Recuerdas cuando eras niño cuánto tiempo tardabas peleado con alguien antes de seguir jugando y volver a reír? Seguramente si continuáramos así no estaríamos tan llenos de sentimientos negativos ni contradicciones que más que ayudarnos a tener una convivencia sana contribuyen a poner distancia entré los seres humanos.