Rafael Loret de Mola: Mentiras Impías
* Mentiras Impías
* El Dilema Social
* Colosio y Güicho
Por: Rafael Loret de Mola
Nos mienten (casi) siempre. Sobre todo cuando se trata de informar sobre las decisiones de un gobierno sin un verdadero respaldo popular, salvo la constante de una escenografía arteramente preparada para fines propagandísticos; pero ahora hasta ésta sale costosa porque nadie puede maquillar la enfermedad que se refleja en el rostro del titular del Ejecutivo federal y, por lo mismo, la ausencia de controles de éste sobre sus más cercanos. Así parece haberse desatado una guerra femenil en la residencia oficial aunque, desde luego, nadie hable aun cuando sus efectos sean tremendos en el ánimo de quien asegura haber ganado “por mayoría” con el consenso del 39 por ciento de los votantes dentro del 68 por ciento de ciudadanos empadronados; si hacemos cuentas, sólo uno de cada cuatro mexicanos en edad de sufragar lo hizo por el actual mandatario. ¿Esto es democracia?
Las mentiras comienzan en este punto, en el que la buena parte de nuestros compatriotas asume que la ilegitimidad revoltea sobre Los Pinos desde hace ya un buen tiempo, no sólo por los escrutinios deformados sino, sobre todo, por las distintas traiciones desde el poder a un colectivo deseoso de modificar la estructura gobernante, alejándola del presidencialismo autoritario y privilegiando un parlamentarismo que no sea sesgado, esto es por encima de usos sectarios y facciosos propios de un estado fascista. Una cuestión es muy clara: los legisladores, a golpes de consignas superiores, han perdido su esencia, esto es la representatividad general en donde se recoge la esencia del mandato constitucional sobre cuanto debe entenderse por “soberanía popular”. Ya hasta se ríen los “modernos” cuando mencionamos este principio rector.
Otra de las aristas que atenacean la conciencia colectiva es, sin duda, la incapacidad para manifestar la protesta por la ineficacia y la colusión de las fuentes del poder real. Si se grita, nadie escucha; si se sale a la calle, los grupúsculos anarquistas –financiados por algunos de los dirigentes radicales- convierten razones en estigmas y la rebeldía cívica en vandalismo; y si, para defender cuanto es entrañable –familia, tierras, patria-, salen a relucir las armas parea contrarrestar a los mafiosos en complicidad con mandos del ejército y la armada, entonces se señala a la subversión como sustento y se arrolla cualquier intento de liderazgo social.
En Michoacán, por ejemplo, el gobierno desperdició una oportunidad para repeler a los capos y derivados, uniendo esfuerzos con los civiles cansados de atropellos, y luego se volteó hacia éstos, cooptó a sus cabecillas y finalmente aprehendió a quienes no se plegaron a la discrecional orden de deponer las armas mientras las mafias seguían obteniendo todo tipo de alientos bélicos en algunos de los mil 500 establecimientos proveedores de la frontera con los Estados Unidos. El círculo vicioso apenas esboza la dimensión del drama. Cualquiera hubiese supuesto que la llegada d un “comisionado”, una suerte de virrey o encomendero, a la conflictiva región desde donde parte un buen número de los cargamentos de la muerte, atracados en el puerto Lázaro Cárdenas -¡qué infamante para el ilustre general!-, y con carreteras expeditas sobre puentes legados por la administración calderonista para favorecer no a sus coterráneos sino a quienes tienen el dominio territorial real y requieren conducirse, cada vez, con mayor rapidez.
Y lo mismo puede decirse de la obra de infraestructura de mayores dimensiones inaugurada en el sexenio actual, si bien arrancó su construcción en el anterior, la autopista entre Culiacán y Durango, que acerca a los narcos al norte a costa de minar toda la ruta para los viajeros comunes. Los mafiosos quieren el paso libre y lo obtienen gracias a la veleidad de los funcionarios coludidos en los gobiernos federal y estatales. Sólo los ciegos, amancebados por las criadillas de los intocables, no pueden ni quieren ver. ¡Nos han mentido tanto que incluso los grandes “capos”, los de la cima, viven sin sufrir molestias al otro lado del Bravo, como modernos “padrinos” al estilo de la novela de Mario Puzzo a quien sólo le faltó mencionar los vínculos de éstos con el multimillonario negocio de la FIFA, con volúmenes inmensos de ingresos, sobre la miseria de millones de infelices quienes sólo han podido protestar por las calles y por medio de graffitis, algunos de ellos deben ser considerados como verdaderas obras del arte urbano, ante las barricadas armadas hasta los dientes de una gendarmería dispuesta por la propia organización futbolística que impone una especie de soberanía parcial durante los torneos mundiales a los gobiernos organizadores sobre los que recae todo el peso de las responsabilidades. De las infamias mediáticas, ésta es la mayor de todas.
Y, por supuesto, se nos mintió, con descaro, sobre las formas a seguir para la aprobación de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones; también en cuanto a la política-electoral cuyos avances son tan nimios que sólo favorecen, precisamente, al techo de los funcionarios, allí en donde todo es solaz e impunidad que va sumando años como lastres irreductibles. Lean, si pueden, las listas de diputados y senadores –específicamente los designados como plurinominales, no ungidos por el sufragio universal directo sino por el aval de los jefes partidistas de sus respectivas “tribus”-, para encontrar los mismos nombres y apellidos, las mismas dinastías enfermas de poder y una acusada tendencia por el nepotismo.
Sucede lo mismo en el PAN, en donde el otrora lacayo de la “maestra” Elba Esther, el funesto veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, consiguió hacer de su heredero y vástago un legislador de silente paso y mediocre hacer; y ya me entero que el hijo de emilio gamboa, uno de los mejores clientes del pederasta de Cancún –me refiero al padre, claro-, ya está listo para hacer una carrera relámpago: primero, una diputación y después, claro, la candidatura al gobierno yucateco misma que su progenitor rechazó, dos veces, por cobardía pura al no querer enfrentarse al ignominioso cacique víctor cervera, ahora cancerbero del inframundo mexicano, el mestizo, acaso el peor de todos porque se detonan allí todos los malos vicios de dos culturas separadas por un océano común.
Y no faltaría más, en una línea similar se mueve la diputada “perredista”, otrora panista cuadriculada, Purificación Carpinteyro Calderón, la musa de felipe, el del sexenio de la violencia, desde que ambos cursaron por la Escuela Libre de Derecho… o de derecha, si observamos a quienes son egresados de la misma y se animan a hacer carrera política. Y si no me creen examinen quien es su rector: nada menos que Fauzi Hamdán Amad –hermano de quien fuera entrañable amigo mío, José Chafic Hamdán, apoderado que fue del inmenso Manolo Martínez-, uno de los más cercanos amigos y confidentes de Diego Fernández de Cevallos. Esto es: una mancuerna sin atisbos de sospecha sobre ideologías y perspectivas.
Para mal de la sociedad, la señora Carpinteyro, misma que puede considerarse una de las iniciadoras de la costumbre de espiar al lado de marta, elba y Rosario –el triunvirato de la época foxista con distintas filiaciones partidistas para aparentar el ejercicio de la democracia-, convirtió a la Cámara baja en una suerte de cantina del viejo oeste proponiendo recompensas para quien determine quien filtró la información sobre los negocios a emprender por ella con un empresario de las telecomunicaciones.
El mismo perfil de cada una de las señoras mencionadas. ¿Y si le digo que fui yo nada más por molestar?¿Anunciaría una nueva recompensa por la cabeza de este columnista quien la vio salir, de manera atropellada, de la Plaza México guiada por la mano del “impoluto” raúl salinas de gortari? Anímese, Puri, sería muy divertido en el círculo del poder: una nueva cacería del zorro, al más puro estilo británico. Lástima que la tradición no sea suiza porque d ser así podrían disponer de los millones de salinas que ya han sido desclasificados por los bancos con cuentas secretas.
Sin duda alguna, mientras duró el Mundial –se terminará el domingo con todas las triquiñuelas conocidas-, nos lanzaron al vacío mientras los legisladores se daban gusto, en los intermedios de cada encuentro, para aprobar al vapor el arroz cocinado en la casa oficial de Los Pinos. Sería interesante saborear el sazón especial de la primera dama, quien en rebeldía se asomó a la portada de una revista de modas al lado de su hija Sofía –hija de José Alberto Castro, hermano de Verónica la de “Mala Noche, no”, cuando ambos formaban parte del glamour de la farándula-, como reclamando su parte de notoriedad. (Ya les hablaré de otros acuerdos por demás interesantes).
Debate
El mayor dilema de la sociedad mexicana es, en este momento, saber cómo protestar. Sí, se tienen las redes sociales pero éstas ya han sido invadidas por los llamados “hackers”. Les informo que he corroborado cuáles son los centros mayores de infiltrados en las cuentas privadas: en primer lugar, la sede cibernética de MORENA; y en segundo sitio, la oficina de operadores de Los Pinos. El tercer sitio debiera corresponder al PAN pero éste ha actuado con mayor sigilo: pulveriza a sus grupos, entre ellos los pro-nazis de Guadalajara –a los que seguramente pertenecen parte de quienes son “antis” hasta de sus propias estirpes-, en donde perviven los herederos de los fundadores del antiguo Partido Católico y de la Cristiada, un duelo brutal de fanatismos entre fariseos y persignados que arrojó miles de muertos. Más sangre política derramada… por los más ingenuos, los inocentes.
Hoy algunos escenarios parecen recrearse. Michoacán parece una continuación del Bajío en los tiempos del callismo intolerante al que algunos priístas consideran el parteagüas entre los caudillajes pos revolucionarios y el comienzo de la vida institucional olvidando que Don Plutarco aniquiló los cacicazgos para hacer efectivo sólo el suyo. Y luego vendría el general Cárdenas quien lo desterró para fundar… el presidencialismo. Luces y oscuridad en cada episodio de nuestra historia.
Insisto, como tantos lectores, ¿cómo debemos rebelarnos cuando nos sentimos agraviados? Si actuamos como el doctor Juan Manuel Mireles Valverde, ya sabemos el destino cierto; si salimos a las calles, los vándalos nos pondrán en jaque; y si nos callamos, entonces nadie podrá salvarnos del severo juicio de las generaciones por venir. Una encrucijada tremenda.
La Anécdota
Entre las cartas que dejó Luis Donaldo Colosio a su padre, Don Luis, sobresale una, fechada en junio de 1974 cuando el primero cursaba estudios en Pittsburg, en la que menciona al entonces presidente en referencia a uno de los periplos de éste por Sudamérica:
“¿En qué se parece Perú a México. En que a Perú le dejaron las ruinas de Machu Picchu y a México lo va a dejar en la ruina este Pinche Huicho” (por Luis Echeverría).
No olvidemos que el emisor de la epístola, lo mismo que el destinatario, se llamaban Luis también. Pero no supimos nunca, por el magnicidio que modificó nuestro perfil histórico sin autores “intelectuales” de acuerdo a la torpe versión oficial, si estos “Huichos” nos salvarían de la ruina.