Rafael Loret de Mola – Fin de la Impunidad
- Fin de la Impunidad
- Espíritu en Tintero
- El Perverso nos Lee
Por Rafael Loret de Mola
¿Alguien habló, hace menos de tres años, del fin de los “intocables” en México? Por supuesto, no es referencia a los indómitos policías de Chicago que pusieron el cerco para atrapara al célebre Al Capone por evasión fiscal y no por sus sonados crímenes? Esto significa que la impunidad, al fin y al cabo, terminó por imponerse. Pero, me suena la voz de uno personaje de altos vuelos repitiendo que confiáramos en él porque no permitiría el brutal desequilibrio en la justicia entre los amigos protegidos y hasta estimulados y los demás, reos de las persecuciones y las amenazas, algunas de ellas consumadas.
Ya he dicho, pero viene de nuevo a colación por el inmovilismo preocupante de un sector de nuestra sociedad y un gobierno plagado de funcionarios ávidos de enriquecerse más rápido que los narcos para que “valga la pena”, y repetido una sentencia cuyo fondo no ha sido siquiera motivo de réplica: hace mucho que los cargos públicos no se pueblan de los mejores egresados de las universidades, mujeres y hombres, porque éstos prefieren rendirse a los atractivos inmensos del sector privado, esto es mejores sueldos, menos fiscalización y menos prensa sobre el mismo.
En cambio, los puestos gubernamentales, se supone, son más escudriñados y motivos, por desgracia, de cientos de transacciones soterradas entre los informadores y sus fuentes. El peor de los maridajes sigue siendo un factor determinante en la orientación de las noticias. Y, como periodista, lo reconozco con vergüenza porque no pocos de los colegas conocidos han extendido la mano para sobrevivir bajo la crisis de liquidez evidente que el secretario de Hacienda niega.
¿Lo percibirá así luis videgaray caso, a quien suponía un buen aspirante para el gobierno del Estado de México y ahora se arrellana como presidenciable, con a visión puesta en la utopía? Sólo así puede explicarse que sea factible financiar las obras monumentales proyectadas, en septiembre de 2014, con la recaudación a la baja y, en muchos casos, desviada hacia los narcos.
No, no se horroricen ante una verdad que ya no debe ni puede ocultarse. ¿Quiénes vamos a pagar los platos rotos?¿Quiénes ejercemos la crítica y somos cautivos del fisco, sin remedio, enlistados con perversos acentos y escarnecidos por una propaganda que, por fortuna, opera en sentido contrario, esto es para bien? Menos mal que la ciudadanía ya está muy acostumbrada a las falacias, la maledicencia pública y el cruce constante de amenazas. Es nuestro desagradable modus vivendi, una especie de “cuota” para poder disfrutar, sobre todo en “el mes de la patria”, las bellezas de nuestro país tan atenaceado no sólo por el “mal gobierno”, como gritaba el Padre Hidalgo, sino por especuladores, neoconquistadores de carretilla y potencias en fase de expansión, de la mano de las reformas peñistas. ¿O nos creemos el cuento de que somos más libres que hace un año? El torbellino nos lleva a las alturas… para destruirnos y reducirnos a escombros.
Cada que reflexiono sobre ello me percibo impotente ante las agresiones cotidianas. Por ejemplo, ¿cuándo va a procederse, de lleno, contra los multimillonarios dueños de la industria de la minería? No me refiero sólo a Germán Larrea –o “di” como primera sílaba-, Mota-Velasco, quien contamina cuanto toca y le produce millones como un rey Midas de las zahúrdas, sino igualmente a los otros dos dueños de compañías perfectamente concesionadas por sus interrelaciones con el poder, entre ellos Carlos Slim Helú, nada menos, y Alberto Baillères González, primero y tercero entre los mayores multimillonarios de México y el primero también líder en el ámbito universal. ¿Puede explicarse tanta prosperidad en tres familias a costa de la injusticia, la impunidad y el blindaje a tres familias con colusiones profundas con el poder público? Si me equivoco, luego de una investigación a fondo, no sólo rectificaré sino sería capaz, por vergüenza, de dejar de ejercer mi vocación. Pido lo mismo para los “intocables”.
¿No es sorprendente, por decir lo menos, que las fortunas se reúnan en torno de personajes que presiden compañías en donde cientos, miles de obreros trabajan en condiciones infrahumanas? Es tan obvio que no hay posibilidad de errar ante el señalamiento que distingue a los adinerados de la “prole” –como llamó la hijita del señor peña, Paulina, a quienes cuestionaban a su padre; bien que lo defienda, está en su derecho, pero sin generalizaciones grotescas y producto de una formación de elite, de niña bien, en una nación de hondas desigualdades sociales-, y a los intocables de cuantos somos reos de persecución soterrada, a veces, y descarada, en otras. De todo he visto y sufrido en esta viña del Señor.
Por cierto, ¿no se llama Paulina también, la hija de josé lópez portillo, en cuyo sexenio se dio a cantar como estrella mientras su progenitor anunciaba que defendería al peso en caída inexorable “como un perro”? Hay algunos que incluso compraron sus discos –la mayoría de los forzados oyentes los recibió de regalo-, y hasta consideraron a la incipiente solista una promesa que se esfumó, por desgracia, con el finiquito presidencial de su progenitor. ¿Alguna diferencia con la hijita de “La Gaviota”?
El hecho es que, cada seis años, se nos ofrece el fin de la impunidad y éste no llega; a cambio de ello nada se dice de ciertos proyectos, reformas y obras monumentales, que nos endilgan más allá de la expresión de la soberanía popular en las urnas. Este es un punto en el que reitero porque, sin duda, significa el motivo por el cual las decisiones de esta administración son ilegales de fondo, nulas de origen, porque no cuentan con el aval de la ciudadanía a través del sufragio universal.
Lo mismo decía el extinto maestro, pero permanente en nuestra conciencia, Ignacio Burgoa Orihuela, sobre la ilegitimidad de la deuda pública contraída por lópez portillo, y antes que él echeverría –éste aún vive para exigirle cuentas sin el cinturón de seguridad de su ancianidad decrépita-, porque no había manera de corroborar si la misma había sido destinada a la realización de infraestructura básica, única condición constitucional para contraerla. No se puede endeudar al país, insisto, para pagar nóminas o suplir la ausencia de liquidez, como se hizo en 1995 bajo el mando del simulador y traidor ernesto zedillo ponce de león, porque sencillamente sería tanto como aceptar un golpe de estado, a favor de los acreedores ambiciosos. Pues ya los hemos sufrido tres veces, cuando menos; y seguimos.
México no es, no debe ser, un botín para los insaciables que toman el relevo luego de que otros ya se enriquecieron a nuestras costillas. Y esto va para los ladrones del PRI, quienes permanecen en el Congreso lucrando hace seis sexenios, los sinvergüenzas del PAN que requieren de “dotes” –o “moches”- específicas para acceder a los cargos públicos; ni los raterillos del PRD esparcidos por la ciudad de México y otras locaciones, zopiloteando a la ciudadanía inerme. Bueno, lo mismo sucede en los partidos minoritarios, de las empresas políticas mejor diríamos, como el Verde de los González Torres y el Partido del Trabajo convertido en el gabinete de manuel bartlett y ahora extinto, el partido no el represor por antonomasia. No es leyenda sino historia. Respondo así a sus panegiristas mercenarios, convenencieros, cínicos y mentirosos.
El señor peña nieto, tan feliz porque le cantaron las sirenas a los oídos después de la promulgación de sus impopulares reformas el año anterior, tendría que replantearse sus objetivos de cara al futuro inmediato: esto es, si va a cumplir la palabra empeñada, contra los “intocables”, o seguirá dotando a éstos de empresas gigantescas y de facilidades, todas, para seguir explotando a los mexicanos so pretexto de “crear nuevas fuentes de trabajo” o altruistas ejercicios como el burdo “vagón de la salud” que financia el criminal Grupo México en donde, si algunos de los ejecutivos tuviera vergüenza, debieran plantearse el fin de sus actividades. ¿O no serán capaces los poderes de la Unión de poner a estos personajes sin entrañas detrás de las rejas?
Mientras las mentiras prosigan sólo la demagogia se extenderá para asfixiarnos. PARO NACIONAL 14 DE OCTUBRE.
Debate
Siempre hay más que contar. Aunque, en alguna ocasión, mis editores –cuando aún no llegaba la nueva flota y ponían a los malinchistas, como Rogelio Villarreal Cueva –de Océano…Atlántico-, a hacer agachadillas-, postularon que “no me había dejado nada en el tintero”, pero no era así: había muchos asuntos que no habían pasado por el microscopio del periodista y no estaban, por tanto, en condiciones de ser publicados hasta su total corroboración. Por ello, tengo en mi haber un récord incuestionable: habiendo sido uno de los críticos más furibundos del sistema, jamás he sido desmentido públicamente.
Sí, por supuesto, como me han contado algunos amigos, los aludidos tratan de encontrar justificaciones y salidas, como el recurrente “no es cierto”, para no agriarse las veladas pero, al mismo tiempo, se niegan a encararme aduciendo que no vale la pena. Descalifican mi trabajo en la medida de sus propias culpas. Al mismo tiempo se niegan a debatir sobre las cuestiones más escabrosas aduciendo que no vale la pena. Descalifican mi trabajo en la medida de sus propias culpas.
Ya me he acostumbrado a su cobardía y, por eso, los exhibo, cada vez, con mayor rigor para así tener la posibilidad de verlos correr como lo que son: ratas de dos pies, con perdón de los animalistas exacerbados.
La larga introducción sirve para retornar a “Empeñados”, mi obra más reciente, cuyo asalto a Los Pinos ha ocasionado tal furor que la caballería al servicio del peñismo no ha duda en amedrentar a los puntos de venta y desairar al máximo su exhibición; bueno, han intentado, con poco éxito, hasta boicotear mis presentaciones –quien lo hizo, en Tampico, es un sujeto llamado Gustavo Torres Salinas, alcalde del puerto, y cuyos efebos buscaron de mil maneras desalentarme sin lograrlo-, con la mayor desvergüenza imaginable.
Esto es como un desafío, otro más, al poder de los grupos facciosos. Con “Empeñados” espero superar los nuevos escollos con el apoyo de ustedes y, a sabiendas, que la próxima edición no será más cara que otras, de menos calidad, encarecidas artificialmente. ¡No me dejen solo!
La Anécdota
Desde hace varias semanas, en este espacio, referimos el ominoso caso de Luis Téllez Kuenzler quien fue, como secretario de Energía de ernesto zedillo, en la segunda fase de aquel sexenio empobrecedor, ahora considerado entre los dieciocho “sabios” para aplicarse a la rectoría de la riqueza petrolera en venta. Dijimos que era inmoral que un elemento tan turbio fuese quien encabezara la lista, habida cuenta de múltiples pecados, como esconder la verdad en torno al “avionazo” en donde perdió la vida Juan Camilo Mouriño en noviembre de 2008, en su calidad de secretario de Comunicaciones del panista calderón, convirtiéndose en fiscal del caso porque consideró que si la PGR iniciaba actuaciones ello daría lugar a mayores sospechas sobre un crimen inducido. Tal es el personaje y su circunstancia.
Pero todo ello ahora sirve para que se luzca, a mis costillas, el réprobo, infame y represor, manuel bartlett, cuya ancianidad no le exime para un futuro encuentro entre nosotros que tanto ansío. A menos, claro, que se encierre en algún cuartucho, como ya hizo en el Centro Banamex y en la Plaza México, para eludirme.