Rafael Loret de Mola: Buscando un Milagro
- Buscando un Milagro
- Deseos Inocultables
- Solución “Ecológica”
Por Rafael Loret de Mola
Cuando las contradicciones comienzan a ser recurrentes dentro del gabinete presidencial –lo que ha ocurrido en los últimos cuatro sexenios, esto es desde el gran simulador ernesto zedillo-, no sólo se demuestra la ausencia de brújula política sino de autoridad moral por parte de la superioridad política actualmente rebasada por la partidocracia enseñoreada de un Congreso dividido, amorfo, listo para entrampar al Ejecutivo y restar con ello cualquier condición de gobernabilidad. La diferencia con el presente es que la erosión llegó demasiado temprano al tiempo de volverse incontrolable el manejo de las zonas en conflicto en veintidós entidades del país. Un peldaño abajo, nada más, del estado fallido.
Una muestra, mientras el secretario de Gobernación alega que “por supuesto” habrá elecciones en regiones donde no pueden entrar siquiera los mandos castrenses –Guerrero, Michoacán y Tamaulipas, sobre todo-, el procurador general insiste en dar versiones contrastadas referentes a los “desaparecidos” de Ayotzinapa aseverando que “para él” fueron ajusticiados en Cocula. Esto es: los criterios personales privan sobre la realidad y tienden a confundir a un buen número de electores quienes además enfrentan uno de los mayores desafíos de la ciudadanía: elegir entre rastrojos de la política o abstenerse –una vertiente es la anulación del sufragio-, como válida reacción ante la ausencia de credibilidad y autoridad moral de candidatos y partidos. Por si fuera poco, la ruta para los independientes, surgidos de la sociedad precisamente como respuesta al hartazgo ante la corrupción gremial de los organismos partidistas, está plagada de candados y obstáculos… casi imposible de superar. No hay salidas, entonces.
Insistimos: no podrá ser legítimo ninguno de quienes ganen en las urnas con porcentajes menores al treinta por ciento de la afluencia de votantes considerando además un alto porcentaje de abstenciones y votos nulos. Porque, desde la elección de zedillo en 1994 sobre la sangre política derramada, no prevalece el sentir mayoritario. En cada proceso la mengua es considerable hasta llegar al punto, considerando a los inscritos en el Padrón Electoral –no a los muertos, desde luego-, de que el presidente peña nieto, supuestamente muy popular al inicio de su campaña, acabó por obtener sólo el aval de uno entre cada cuatro mexicanos en edad de votar y tal, de modo alguno, puede considerarse democrático. Sin embargo, la pereza del Legislativo aunada a los intereses corporativos dieron al traste con cualquier posibilidad de recuperar la voluntad mayoritaria, digamos mediante segundas vueltas electorales, elevando la dosis de negociaciones soterradas de las oligarquías partidistas.
En el Distrito Federal nadie espera milagros. De pronto, la amnesia surge y las quejas también respecto a los catorce jefes de las Delegaciones Políticas –de dieciséis- quienes solicitaron separarse de sus cargos –ninguno de ellos sin riqueza en las manos-, para ampliar su hoja curricular y obtener alguna candidatura; van por más aunque millones de defeños hayan cruzado sus boletas a favor de ellos para que se mantuvieran seis y no cuatro años. La costumbre es vieja pero ahora, acaso como signo de una mayor madurez entre los futuros votantes –o abstencionistas-, el reclamo y el enfado suben de tonos por el cansancio a ser testigos impasibles de las trapacerías.
Pese a lo anterior el factor principal para alejar a la clientela de las urnas es, sin duda, la creciente rebeldía general contra los partidos políticos y el sistema de controles electorales tras la “profunda” transformación del IFE en INE, explosión de imaginación por el cambio de una consonante tan solo, para evitar referentes ingratos a la memoria como los conflictos poselectorales de 2006 e incluso 2012 al comprobarse la malsana distribución de despensas y monederos electrónicos para favorecer al abanderado del PRI. ¿Puede llamarse triunfador quien obtuvo apenas el 38 por ciento de los sufragios y contando el porcentaje de abstencionistas, situado en un treinta por ciento por lo bajo en los procesos más concurridos, con apenas el veinticinco por ciento de reconocimiento entre los mexicanos adultos. ¡Y si sumáramos a los jóvenes la distancia sería mayor entre los gobernados opositores y la pequeña elite gobernante!
A lo mejor por eso, el señor peña nieto, quien tanto invirtió para dejarse ver –como ahora lo hace su cercano amigo el “cacheteador” manuel velasco coello, quien ni siquiera fue objeto de una multa por agresión y se limitó a disculparse con su lacayo dejándose acariciar el rostro, dos veces, simulando una disculpa-, llegó a la Presidencia con enfado porque no le salían las cuentas como no le han sido favorables a través de estos deleznables casi veintiséis meses de mal gobierno. Nada le sale y, al contrario del Rey Midas, lo que toca se convierte en barro y deja ir el oro por los canales de los mercados más sucios.
¿Puede esperarse un milagro para 2015? El único posible, a estas alturas, sería la salida de peña nieto de la Presidencia para intentar con ello recomponer las fallas tremendas del sistema convertido en una dictadura presidencial y también en una oligarquía partidista. ¡Pobres de aquellos que carezcan de credencial de militantes de algún instituto político! Están fuera de época y sus voces ni siquiera se escuchan ni llegan ni le importan a nadie.
¿Cómo esperar mejores tiempos bajo el sello de una crisis galopante que tiene su meollo en la caída en los precios de la mezcla mexicana de crudo -38 dólares por barril-, y la caída cotidiana del valor real del peso mexicano –igual a la época en la que “flotaba” sin sosiego-, además de la parálisis de las reformas peñistas y la cada vez más abusiva intervención extranjera que insiste en abaratarlo todo por el efecto de la propaganda negra sobre la violencia y la ausencia de poder? Ni hablar, parece imposible aunque nos tachen como pesimistas quienes creen en las fantasías –ya no en los milagros-, de las hadas madrinas y los mágicos brujos provenientes de la tierra de Oz.
El secretario de Hacienda, luis videgaray caso, miente con descaro mientras el gabinete y su jefe acumulan propiedades con fruición. Ya se extendió la información sobre la mansión de Ixtapan de la Sal, señalada en este espacio, propiedad del señor peña nieto quien la compró, dicen, en 2005 al millonario Roberto Sanromán Widerkehr quien, a partir de este punto, no cesó de recibir contratos gubernamentales aun cuando lo niegue y oculte el vocero presidencial y mayordomo, Eduardo Sánchez Hernández, encubridor por naturaleza… hasta que su “dignidad” aguante.
Sencillamente, no salimos. Preparémonos para el maremoto político y económico que arrasará con la ya endeble “justicia social”, un término por completo caduco.
Debate
De los gobernadores que se creían con posibilidades de ser considerados como presuntos candidatos presidenciales, ninguno ha podido soportar los efectos del escándalo. Es como una marea que conforma un triángulo peor que el de las Bermudas por donde desaparecen los buques de las ambiciones políticas y surgen los arrecifes de la indignación popular.
¿Cuánto se ha gastado el nuevo niño-verde, amigo íntimo de peña por si alguien lo duda, manuel Velasco coello, en su sostenida campaña propagandística en la que usa la misma fotografía saludando a “su” gente, valla de por medio, a su paso por comunidades marginadas a las que les obsequia cobijas –invierte menos en los beneficiarios que en los costosos espacios para dar cuenta de ello en los diarios de la capital del país cuyas tarifas suelen ser superiores cuando se trata de información política-, con las mangas arremangadas y una camisa apretada para verse siempre delgadísimo; seguro que no le “entra” a la deliciosa comida chiapaneca con reminiscencias mayas. “Cachetada” en ristre la publicidad se volvió negra aun cuando tiene la posibilidad de “vender” muy bien su posible enlace con la actricita Anahí (Giovana Puente Portilla, para completar el patronímico), de la “mejor” sociedad.
Y ni qué decir del gobernador-bala, la pistola más rápida del centro-sur de la República, para quien el asesinato de un niño, José Luis Tlehuatle, muerto a causa de una bala de goma disparada por la policía estatal en una refriega contra los habitantes desarmados de San Bernardino Chalchihuapa, no fue suficiente para llevarlo a juicio o siquiera para que pidiera licencia. Impunidad total gracias a las negociaciones “de altura”.
No debemos olvidar estas tragedias que van formando el tejido de un régimen nacional negligente, represor y torpe. El mandatario, Rafael Moreno Valle, es una “carta fuerte” de un PAN que se queja por los retrasos del gobierno federal tratando de que se olvide la represión ingente en la muy lastimada Puebla. ¡Vaya secuela de gobernadores nefastos lleva ya!
La Anécdota
Ya se habla de un “santuario” para llevar allí a los animales confiscados a los circos que, obviamente, entrarán en decadencia para tristeza de quienes los disfrutamos en la infancia y quisiéramos observar las caritas de sorpresa de nuestros hijos y nietos aprendiendo a valorar precisamente la obra de la naturaleza sin descender de la escala zootécnica.
Tengo una propuesta para ello: el Templo Faraónico de los fox en San Cristóbal, muy cerca de donde estuvo situado el reino de las “Poquianchis”. Pero hay una salvedad que me recuerda un colaborador:
–Allí mismo se improvisó una placita de toros para que el señor fox, en condición de presidente, disfrutara del arte de Pablo Hermoso de Mendoza, a pesar de haber sido apoyado también por el Verde promotor de los “antis”… de la humanidad.
Con tales garantías no podemos ser muy confiados. ¿Metemos a las fieras en sus jaulas hasta nuevo aviso? ¿O las ponemos con todo y las rejas en venta?