Rafael Loret de Mola – Algunos “Olvidados”

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Algunos “Olvidados”
  • De Riquezas Ocultas
  • Gestiones muy Largas

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-Algunos-“Olvidados”No sé por qué, ayer por la tarde, me asaltó un sueño, esto es, mejor dicho, una pesadilla: por los suelos rodaban algunas cabezas, entre ellas me pareció observar, con gran claridad, la de Emilio Chuayffet Chemor, quien ahora es secretario de Educación Pública y no se baja de la cuádriga triunfal por su paseo en las veredas de Los Pinos con un mozo –reclamado por él mismo, naturalmente- recordándole: “no olvides que la gloria es pasajera”. Chuayffet fue también gobernador del Estado de México, por dos años, luego de haber encabezado al Instituto Federal Electoral, en fase de convertirse en “autónomo” –una quimera-, para acceder a la Secretaría de Gobernación. Las razones fueron tan sucias, pero tan negras, que prefiero, por el momento, abstenerme de mencionarlas. Esto es, como si estuviéramos en el Imperio Romano y los Césares todavía alzaran el dedo, para arriba o para abajo –no es albur-, para determinar los destinos de los gladiadores-esclavos.

No hay demasiada diferencia. Sin embargo, el recuerdo de Chuayffet gobernador, cuando ya le llamaban “la daga” –dicho esto para no incurrir en pecado jurídico y anatema por ejercer la libertad de expresión sin temor a los recovecos del idioma y el caló popular-, me hizo ver que en el listado sobre los ex mandatarios en conflicto, de cada uno de los partidos influyentes y uno que otro aliancista con falsedades para aglutinar a varios organismos sirviendo a sus verdaderos jefes –tal fue caso del guerrerense ángel aguirre rivero, el execrable favorito de peña nieto en la selección priísta y quien se quedó con las ganas de abanderar al tricolor y corrió hacia los brazos acogedores de los antagonistas para terminar como genocida-, se había quedado mucho más que corto. Y algunos lectores me lo recordaron con gran precisión. Fíjense: sólo en Jalisco, desde la irrupción panista de Alberto Cárdenas Jiménez, luego del quebranto de Guillermo Cosío Vidaurri –sancionado injustamente por las explosiones de gasoductos en mal estado en la colonia “Moderna” de Guadalajara, el 22 de abril de 1992, y sustituido por Carlos Rivera Aceves, en condición de substituto-, el desastre ha sido continuado. Veamos:

1.- Alberto Cárdenas, a quien los ricos de la capital tapatía despreciaban por su origen humilde –es ingeniero electricista y agricultor aunque esperemos que no de marihuana como sus antiguos correligionarios, los Fox, a quienes debe haber sido miembro del gabinete presidencial desde 2003 cuando fue nombrado titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, permaneciendo allí hasta 2005 cuando inició su cruzada fallida por la Presidencia- no hizo un mal papel ni se conocen acusaciones severas en su contra por cuanto a la administración pública. Por ello, claro, posibilitó la asunción de su correligionario, Francisco Ramírez Acuña, sucio desde su arribo.

Por principio de cuentas, como alcalde de Guadalajara, fue impulsado por el entonces presidente del PAN, felipe calderón –minúsculas-, quien dejó a su sucesor, su incondicional Luis Bravo Mena, la responsabilidad de sacarlo adelante, como fuera, en las elecciones regionales de 2001 en las que compitió con el priísta Jorge Arana Arana y le venció por un margen del dos por ciento, en una elección trucada por los órganos rectores del proceso en manos del gobernador Cárdenas quien ensució así su paso por el Ejecutivo local. Y quien empieza defraudando acaba haciendo lo mismo: Ramírez Acuña, en fase de convertirse en secretario de Gobernación, hizo cuanto le fue posible para asegurarle a su partido la victoria en Jalisco postulando al alcohólico Emilio González Márquez y a costa de difamar, burdamente, al priísta Arturo Zamora Jiménez, señalado en las encuestas muy arriba del abanderado panista hasta que comenzó la “campaña negra” en donde le involucraban con las mafias del narcotráfico desde su antigua posición de alcalde de Zapopan, juntito a Guadalajara. Luego de ser indagado, a propia solicitud del señalado, Zamora fue absuelto de toda culpa… pero ya era gobernador González Márquez.

Así las cosas, Ramírez Acuña, pretendió un control autocrático de principio a fin de su mandato lo que incluyó algunos incidentes como cuando, en una macro redada, detuvo a mil quinientos jóvenes bajo cargos de estar traficando con drogas, los mantuvo varias horas recostados en el suelo bocabajo, humillándolos, hasta que fueron encontradas trescientas pastillas y seiscientos gramos de marihuana, entre todos ellos. Un acto supremo de fascismo que continuaría a lo largo de su periodo, creyendo que la soberanía estatal le habilitaba para cualquier abuso.

Y este es el personaje a quien sostuvo en la embajada de México en Madrid durante más de un año del nuevo régimen para realizar tareas tan enaltecedoras como premiar a calderón por “Mérito Civil”, cuando todos sabemos el reguero de cadáveres que hay detrás de él. Y, mientras tanto, el presidente peña nieto prodiga sus visitas al exterior –acaso para negociar magras condiciones para disfrazar la paulatina entrega de PEMEX… a quienes fueron dueños de nuestro petróleo hasta 1938, los británicos-, y se deja retratar al lado de un enjuto Barack Obama, quien debió reñir hasta con su esposa, amablemente en público, cuando ésta le confesó que el dueño de un restaurante pudo llegar a ser presidente de haber consumado su amor con ella. La misoginia al revés.

“Dignos” antecesores del jugador de bienes raíces, Aristóteles Sandoval Díaz, el “rescatista” priísta, quien fingió separarse de su padre, Leonel Sandoval Figueroa, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Jalisco, para engañar a la opinión pública sobre los negocios familiares en común. Raterías al viejo estilo.

2.- No puede olvidarse, de modo alguno, la nefasta actuación del perredista, Leonel Godoy Rangel, gobernador sólo por cuatro años –afortunadamente-, entre 2008 y 2012, precisamente la etapa en la que explotó el conflicto del narcotráfico y la entidad se convirtió en una tierra sin ley, ingobernable. Poco a poco se ha rescatado a Morelia, por un decir, mientras la guerra abierta se desarrolla desde Apatzingán hasta la tierra caliente con inclusión del Puerto Lázaro Cárdenas, por donde entra la cocaína sudamericana sin el menor agobio, hasta su traslado a los Estados Unidos por las rutas señaladas por los “agentes aduanales” del vecino del norte a su vez guiados por los padrinos cuyos nombres nadie quiere pronunciar pero van a la par, precisamente, con las grandes compañías petroleras, listas a hincarle el diente a PEMEX y al presidente peña Nieto quien perdería, sin duda, el duelo por ganar la historia.
Godoy fue presidente del PRD y uno de los principales operadores de Andrés Manuel López Obrador, luego de haber sido hombre de confianza del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas –en cuyas heredades no se meten “La Familia” ni, mucho menos, “Los Caballeros Templarios”, con un discurso semejante a los de los terroristas vascos-, durante las amargas jornadas poselectorales de 2006 cuando se impuso a calderón sin que Andrés Manuel pudiera, estructuralmente, defender el sufragio mayoritario a su favor. De esta culpa, desde luego, prefiere no hablar el fundador de MORENA, en fase de dividir a la izquierda mexicana, fraccionarla y debilitarla porque se cree superior a todos los demás juntos. ¿Lo será, de verdad? Es una pregunta para sus incondicionales en búsqueda de luz para salir del negro túnel de la demagogia.
Godoy, mucho más que el tabasqueño Andrés Granier acusado de peculado fundamentalmente, debiera responder por las interrogantes que surgen por el rápido auge del narcotráfico y la aparición de sectas con tendencias filosóficas sociales con las que pretextan el cumplimiento de sus atrocidades en la tierra del Tata. Porque, sin duda, hay nexos que no puede ocultar: su medio hermano, Julio César Godoy Toscano, tomó posesión como diputado, en la legislatura anterior, y acabó huyendo, hasta la fecha, guarecido posiblemente por las mismas mafias defendidas por su cofrade con tolerancia y negligencia extremas.

Sin embargo, pese al antecedente nefasto, otro perredista, Silvano Aureoles Conejo, ganó las elecciones en Michoacán, luego de un convenio debajo del agua con la visceral Luisa María Calderón, la intocable “Cocoíta”, del PAN, para arrollar al priísta Ascensión Orihuela, promovido por Manlio Fabio Beltrones en plena guerra de simulaciones con peña.

3.- Y podríamos abundar, aún más, señalando los latrocinios de la yucateca Ivonne Ortega Pacheco, secretaria general del PRI y sobrina malquerida del cacique extinto cervera, priísta a quien escribo igualmente con minúsculas, y las liviandades de Francisco Barrio Terraza, en Chihuahua, precisamente durante la época en la que se consolidó el “cártel de Juárez” y comenzaron los feminicidios acaso como una gran, tremenda, “cortina de humo”; fue tan anodina su gestión, que el PAN no pudo retener la plaza al término de su gestión.

Y la lista, por desgracia, prosigue, interminable.

Debate

Mientras el presidente peña nieto mantiene sus periplos por el mundo para tratar de resolver cómo puede venderle parte de PEMEX a los británicos –antiguos dueños de nuestro petróleo y a quienes les expropió el general Lázaro Cárdenas del Río en el acto más republicano y justo del siglo pasado-, la Suprema Corte de Justicia, cuando menos ocho de sus once Ministros, sostiene la idea de que las declaraciones de bienes de los funcionarios públicos, desde el presidente de la República hasta el cartero, sólo deben hacerse públicas cuando el propio “servidor” lo requiera sin que estén obligados a ellos.

De tal suerte las tergiversaciones dominan:

1.- Así como los bancos, en 1982, acabaron en las mismas manos o en las de otros cómplices gubernamentales luego de la nacionalización ordenada por josé lópez portillo y el ominoso saqueo de divisas, ahora se pretende una especie de devolución tardía del oro negro a quienes lo detentaron con la paralela explotación de los mexicanos cuyo martirio es poco conocido. Un viraje indigno.

2.- Los términos se cambian por voluntad omnímoda de ocho ministros de la Corte. Así las cosas, la soberanía popular ya no recala en el pueblo sino en la Corte y, por ende, los funcionarios se deben a ella y no a la comunidad que los elige o prohíja de acuerdo a las circunstancias. Mandan más once ministros que la generalidad de la nación… incluso para prohibir el uso de palabras que se considera obscenas porque afectan, emocionalmente, a la comunidad lésbico-gay. ¿Y éste término no será considerado igualmente peyorativo?
Lo dicho: seguimos en el carrusel con giros al revés.

La Anécdota

Mientras tanto se “congela” en las Cámaras la iniciativa sobre la reelección directa de los legisladores. ¿Por qué no mandamos al mismo frigorífico al detestado “pato” Donald Trump? No hablo del intocable “Mayo” Zambada, quien podría, con su dinero incalculable, salvar hasta a nuestro fútbol, sino del nefasto racista que pretende la presidencia estadounidense e inspiró, sin duda, la masacre de Charleston donde un rubio enloquecido, jovencito de veintiún años, se dio a disparar a la comunidad metodista de color hasta cubrirse con la sangre de nueves muertos.

Pero ya se habla de las “bondades” del mandato largo. Hay quien pondera la obra material de Don Porfirio –Díaz, no Muñoz Ledo, por supuesto-, como razón suficiente para asegurar la vida de la nación. ¿Qué opinan, amables lectores? ¿Un mandato del enfermo peña, acaso embalsamado, durante tres décadas de ominosa dictadura disfrazada para salvar los intereses de los que acumulan fortunas sin pudor y hasta aplauden la encíclica Papal que los condena irremisiblemente?

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