Pasos en Falso y Ni entre Curas
- Pasos en Falso.
- Ni entre Curas.
Por Rafael Loret de Mola
Los abusos comenzaron demasiado pronto, en este noviembre cargado de lo mismo de siempre, la violencia y la insensibilidad política que conduce, sin remedio, a la corrupción, pero con mayores elementos en contra de la ciudadanía. Por ejemplo, los legisladores, sobre todo quienes rebuznan porque así les salen sus sonidos guturales, se “premian” con bonos diversos, incluyendo una partida para hacerla llegar a los damnificados –la misma demagogia que usaron ya las dirigencias partidistas para insistir en su altruismo de pacotilla con cargo supuestamente a las prerrogativas de campaña-, mientras México se mueve, al fin, bajo la conducción de peña nieto.
Volvimos –si es que alguna vez no fue así-, a la costumbre del “dedazo”, sólo que esta vez bajo la resistencia de los integrantes del Jurásico mexicano en donde los dinosaurios subsisten a costa de devorar todo a su paso, sin dejar ni los restos. El presidente resuelve, muy en petí comité y con un representante institucional del crimen organizado, el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, las candidaturas de “su” partido aun cuando es evidente que se ha reducido el espectro de los “votos duros” –esto es de los incondicionales o de cuantos suman a una causa sus propios intereses personales-, de un 35 por ciento al veinte solamente por efecto de la devastación del peñismo.
Aun así, arrastrando los impulsos negativos de un régimen represor y corrupto en escalas superiores a cuantas habíamos observado en el pasado, el PRI levanta la cara y parece alinearse ya con José Antonio Meade Kuribreña, el secretario de Hacienda –al inicio del sexenio fue Canciller-, más cuidadoso y mejor cuidado si lo comparamos con sus predecesores hasta, digamos, el doctor Pedro Aspe Armella cuya aureola se borró cuando aseguró que la pobreza era “un mito genial” pretendiendo ser docto y pareciendo, sencillamente y con perdón, un pobre ilusionista barato por no decir un imbécil.
El problema real para Meade, bajo el fuego entrecruzado de quienes forman alianzas turbias o hacen su voluntad y sólo la suya dentro de un partido supuestamente de izquierda, es tratar de contener a los tiranosaurios –más tiranos que otra cosa-, indispuestos porque, por primera vez, un no militante del viejo y repudiado PRI desplazará a la gentuza que llevó a su partido al mayor desprestigio concebible en plena caída libre entre los moldes de la violencia y la amoralidad.
Si Osorio Chong, bajo el supuesto de que se convierta en presidente del PRI nacional, y Aurelio Nuño, si aprende a “ler” las estrategias de campaña, acompañan al candidato priista, su sola presencia será un detonante para quienes puedan pensar que Meade podría librarse de las cadenas del sistema y las mafias fácilmente. Quedará profundamente exhibido porque los infames ya llevan el sello de sus ambiciones y perversidades en la frente.
La Anécdota
La pobre “beata” Margarita –a lo mejor era de quienes usaban largos escapularios como expiación a sus pecados, sobre todo en Hermosillo y Michoacán-, no colecta firmas ni en las parroquias de las aldeas y de los pueblecillos sin mayor cobertura informativa. Y esto preocupa a su consorte, felipe el de la guerra, quien ya prefiere encomendarse al “santo” Meade para redimirse.
El caso es que, difícilmente ella o cualquier otro independiente como el manso de Nuevo León, puedan figurar en la justa por la Presidencia salvo si dan lugar a una asonada… pero no tienen los tamaños para ello. Los mártires no visten de seda ni presumen de montar caballos pura sangre, nerviosos y ágiles.