No hay Respuestas y Gorras de General
- No hay Respuestas.
- Gorras de General.
Por Rafael Loret de Mola
Hagamos una recapitulación sobre aquellos temas tabúes que no responden los funcionarios de hoy y eluden, penosamente, quienes aspiran a formar parte del “nuevo” gobierno federal a partir de 2018; es menester, claro, extender el señalamiento a los gobernadores de las entidades y a los alcaldes, limitados en su quehacer por la tardanza en que reciben sus respectivas participaciones a sabiendas de que entre el 50 y el 80 por ciento de las mismas van a parar a manos de las peores mafias cual si se tratara de una alcabala tolerada por quienes, se supone, deberían velar por la soberanía nacional y, en vez de eso, reprimen a los mexicanos.
Ya hemos hablado del aborto, los matrimonios igualitarios, la presencia del clero en las decisiones gubernamentales, la convivencia con el narcotráfico infiltrado hasta la médula en el ejército y la marina, la dependencia respecto a la Casa Blanca y los crímenes perpetrados por el régimen peñista y que nadie denuncia ante los ministerios públicos. ¿Dónde están los jueces, magistrados y ministros, con sueldos millonarios, para dar la cara y atreverse a romper la ignominia de la falsa invulnerabilidad, en forma de fuero, para someter al titular del Ejecutivo a un juicio que exigimos la mayoría de los mexicanos por los daños causados, crímenes y peculados incluidos, y la ruptura de nuestra visión de futuro?
Están ausentes de las campañas ramplonas, entre otras cosas, la entrega paulatina de nuestro territorio a trasnacionales ambiciosas, con inclusión de playas e incluso el subsuelo –patrimonio nacional-, mediante concesiones a las mineras –sobre todo canadienses-, que no tienen límite alguno, favorecidas por el gobierno y los cómplices que lo conducen. Tampoco he escuchado a ningún candidato pronunciar4se, con el vigor necesario, ante las políticas migratorias infamantes de la Casa Blanca ni respecto a los antecedentes sobre los entrometidos rusos en las campañas y procesos electorales. Ya están en México, aseguran los indicios, y parece que nadie reacciona. Sobran sordos o socios en potencia.
Nadie menciona, claro, los movimientos de los grupos armados, subversivos –más de cien de acuerdo a la agenda de la Defensa Nacional-, que pululan por veinte entidades de la República y se acercan a la Ciudad de México con avanzadas que se entremezclan con los aspirantes de distintos partidos a los diversos cargos –desde alcaldías hasta jefatura de gobierno-, mediando compromisos que asfixian el destino de la gran urbe. Pero, de ello, ni una sola palabra.
El cruce de descalificaciones es primero, antepuesto a los interese del colectivo y, con ello, podemos medir lo que puede esperarse de los postulantes enrabietados y evasivos –como Andrés quien pudo darle una lección inolvidable al miserable Yunes Linares y optó por el silencio cuando menos sospechoso-, al parecer con disposición para la negociación antes de su deber primigenio, este es la defensa del sufragio universal en un proceso viciado desde ahora.
Silencio en lo fundamental; ruido de altos decibeles sobre la frivolidad política y los tartamudeos a ultranza. Además claro de la columna de cada campaña: La esposa de Meade, Juana Cuevas, va al supermercado; Ricardo Anaya exhibe a su hijo en la escuela y toca la guitarra de son; y Andrés, aprovecha hacer política en la peluquería… como “Cantinflas” en aquella inolvidable cinta: “Si yo fuera Diputado”. Ahora, el genial mimo no tendría palabras para hacer valer su derecho a ser legislador.
Lo dicho: en México la dictadura impone hasta los temas a tratar y alega que existe libertad de expresión.
La Anécdota
Un general –cuyo nombre emito para no agrandar el mal trago-, se presentó a la presentación de la revista PuntoRojo, evento en el cual me tocó discernir sobre el mensuario –que pronto podría ser semanario-, subrayando sus afanes críticos y la excelencia de sus imágenes. Lo forman una buena parte de quienes participaron en Proceso Jalisco cuyo cierre inesperado dejó a la mayor parte de sus colaboradores sin trabajo ni liquidación.
Total que me di vuelo y decidí plantear cuanto de horror han dejado los cuadros castrenses en territorio nacional y, sobre todo, en Jalisco, mientras el general de marras, daba y daba vueltas a su gorra con sus estrellas hasta que no pudo más y tocó a retirada. ¡No saben qué grato es provocar tales reacciones aunque aumente los riesgos sobre mí!