Más ataques contra la prensa
EL PERIODICO
21 de enero de 2015
EDITORIAL
La intimidación contra una alta ejecutiva del diario elPeriódico y la agresión y amenaza contra Susana Morazán, periodista y conductora de noticias de Azteca Guatemala, son nuevos ataques alevosos contra el ejercicio de la libertad de pensamiento y expresión en Guatemala y alimentan la escalada de violencia en contra de periodistas y comunicadores.
Inequívocamente, los ataques contra periodistas y comunicadores son síntomas de intolerancia que día a día van agudizándose y generalizando en una sociedad en la cual impera una altísima conflictividad y en donde la venganza y la violencia son nuestro pan de cada día, al punto que los asesinatos y agresiones siguen irrefrenables.
Decir la verdad en este país sigue siendo peligroso, casi un suicidio, dado que los criminales tienen muchísimo poder y el Estado se ha mostrado tremendamente incapaz para proteger la vida, la integridad personal (física, psíquica y moral), los bienes, la seguridad y la libertad de las personas. Sin duda, un Estado que no garantiza estos derechos fundamentales es un Estado fallido, fracasado, ineficaz.
En todo caso, sostenemos que una sociedad en donde la libertad de expresión de ideas es nugatoria está propensa al abuso de poder, a la arbitrariedad, al autoritarismo y a que se conculquen otros derechos fundamentales. Sin libre juego de opiniones no hay democracia ni libertad.
Por tanto, exigimos a las autoridades que garanticen, protejan y defiendan los derechos fundamentales de los periodistas y comunicadores, así como al Procurador de los Derechos Humanos y al Ministerio Público que investiguen a fondo los nuevos ataques denunciados y que en los tribunales de justicia se juzgue y castigue a los responsables.
Asimismo, solicitamos nuevamente al Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que visite nuestro país, a fin de que se imponga personalmente de las adversidades y hostigamientos que vive la prensa independiente y quienes ejercemos la libertad de expresión de ideas, así como del precario estado en que se encuentran las investigaciones y juzgamientos de los crímenes cometidos contra periodistas y comunicadores, dando pie a una impunidad lacerante y vergonzosa.
Finalmente, nos solidarizamos con nuestra ejecutiva y con Susana Morazán, y les patentizamos nuestro apoyo y respaldo en estos momentos difíciles por los que atraviesan.