Leonardo Benítez diputado soberbio del sur mexiquense
- Preparan protestas y movilizaciones en su contra, quieren recordarle que no gano la elección, le regalaron “votos de castigo”.
Tejupilco, Méx.- perredistas del sur del estado empiezan a confirmar la espera “tragedia política” que les significa tener como representante de la región y ante el congreso local a Leonardo Benítez Gregorio, quien con soberbia y jactancia se ha dedicado a ningunear a todo sureño propositivo de cualquier expresión política, incluidos de su propios partido el PRD.
No es raro para muchos, señalaron dirigentes perredistas de la región, pues desde la campaña política, previa a la selección de candidato se toparon con la actitud revanchista de quien fuera presidente municipal en Tlatlaya, quien para empezar traiciono mucho tiempo atrás a su principal impulsor, el también gris y tibio diputado, también ex alcalde de Tlatlaya, Crisóforo Hernández Mena.
El asunto se agudizó, dijeron, cuando Leonardo Benítez Gregorio como alcalde se dedicó a “marcar su grupo” es decir, crear su círculo de intereses y seguidores, el cual mantiene a la fecha para solo atender los asuntos planteados por sus incondicionales, el resto pueden olvidarse que tienen diputado local.
Leonardo Benítez no debe olvidar algo sabido por todos en el sur, él no gano la elección, su “triunfo” fue ocasionado por votos de castigo ante la inconformidad manifiesta de los ciudadanos quienes consideraron como una imposición otorgar la candidatura del PRI a Guillermina Casique Vences, quien deseaba repetir en el cargo.
Esta circunstancia llevo a Leonardo Benítez a obtener los votos necesarios para llegar al congreso mexiquense, y los propios líderes perredistas acusan de su indiferencia y falta de seriedad para con las siglas del partido y la ideología de izquierda, pues ni siquiera se tomó la molestia de hacer campaña proselitista propia, solo se “colaba” en los actos y ni siquiera avisaba a los candidatos a las presidencias municipales, llegaba, dicen, se subía a los templetes y no había de otra, lo mencionaba por solidaridad y por ser el candidato perredista a la diputación.
A hora dijeron, solo se trata de apoyar a sus allegados y allegados de los ex candidatos como es el caso del señor Jorge Gómez Domínguez quien realizo un pésimo trabajo en el municipio de Amatepec con el priistas Ramón Benítez quien le diera la oportunidad y que hasta la fecha lo mantuviera vetado en la región, motivo por el cual el alcalde de Tejupilco Manuel Santín Hernández no lo acepto en su municipio por su negro pasado como parte de las negociaciones de partido, por lo que Benítez Gregorio tuvo que cargar con la más fea y lo tuvo que aceptar como su secretario en el congreso local. Arriesgando mas su imagen con esta fichita.
Por otra parte, los inconformes revelaron no entender dónde gasto Leonardo Benítez el dinero asignado para su campaña, “ese presupuesto no se reflejo como debiera y como corresponde al cargo peleado”, el cual, reiteraron los quejosos, en realidad le “cayo regalado del cielo”, sin embargo ahora siente que su diputación es resultado de su buen desempeño, del respaldo ciudadano, cuando la realidad es totalmente opuesta, y fue gracia de circunstancias particulares que no quiere reconocer.
Asumieron que ya instalado como diputado, ha marcado bien sus límites, las pocas gestiones realizadas solo son para el grupo de sus incondicionales, el cual se debe anotar es muy reducido, igual las acciones para favorecer comunidades de los cuatro municipios que se supone representa como diputado del distrito 9, son prácticamente nulas, por ello varios sectores se inconforman exigiéndole una actitud más humilde y sobre todo, cumplimiento cabal a su compromiso de atender a todos por igual.
Incluso hay versiones de estarse preparando varias movilizaciones en el sur del estado contra el diputado local para reclamarle su fallas y su indiferencia, pero sobre todo, para recordándole y dejarle bien claro, “él no gano la elección por voluntad mayoritaria, sino por la “venganza política” de quienes le dieron el voto a él por no estar de acuerdo en la candidatura de Casique Vences, algo muy común en esta región, donde el “voto de castigo” lleva más políticos al gane que la voluntad popular.