Jurasic World otro remake más…
Por Elizabeth Piña Hernández
Una película con un presupuesto alto tiende a significar un éxito de taquilla en la mayoría de los casos, pues lo que hoy en día se vende son: los efectos especiales, las estrellas, y las malas historias, etc. En estos últimos años la demanda de best seller’s en la pantalla grande se ha ido incrementando, al igual que los remakes donde se añoran épocas especificas como los 70´s, 80´s, 90´s. Los casos más evidentes de esto son: Star Wars, Jurassic Park, Poltesgeist, y una infinidad de de Súper Héroes de cómics, Mad Max etc; películas que fueron hechas en una época para un público especifico.
¿Pero qué efecto ocasionó en el cine y en los mismos cineastas que éstas películas se volvieran hacer?, ¿será el anhelo de un tiempo pasado, la falta de buenos escritores, la falta de historias, el empoderamiento de los grandes productores, la fama?, o ¿la sobrevivencia de la gran Industria?.
Jurassic Park volvió a la pantalla para recordar a su gran creador Steven Spilberg pero ahora titulado Jurassic World donde vemos que el famoso parque cambia, mostrando el gran avance tecnológico y futurista de una generación más avanzada. Una humanidad que puede controlar todo mediante la tecnología, un hombre que se cree un dios, efectos especiales más inverosímiles, una fantasía casi imposible. ¿Un remake o una secuela construída sobre la nostalgia de una generación puede ser mejor que la película original? En algunos casos sí, pero en este no funcionó, Jurasic World parece más una secuela, y no supera en nada las expectativas de la primera película comenzando con los actores los cuales no actúan nada bien. Un estilo Indiana Jones, una mujer de mundo y unos sobrinos de una familia disfuncional, etc., intentan ser el espejo de ese pasado al que no logran imponerse, a pesar de los nuevos dinosaurios modificados genéticamente.
La incapacidad de crear una historia superior obliga al director a posarse cómodamente en una fórmula hecha, casi sin ningún riesgo, imitando también el estilo, prueba de que la industria hollywoodense mira al pasado más que al futuro.