Genética molecular de los parásitos
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. (Agencia Informativa Conacyt).- El amarillamiento letal es una enfermedad que afecta de manera irreversible plantas de cultivos como el cocotero. El protocolo convencional para detectar el padecimiento es conocido como PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y su proceso requiere dos días. Como medida de detección rápida temprana, en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrollaron una prueba en tiempo real —basada en la misma técnica de PCR— que arroja los resultados en tan solo dos horas, con el fin de mejorar las condiciones de cultivo que se promueven actualmente.
“La técnica de PCR en tiempo real es mucho más rápida, lo que hicimos realmente fueron sondas específicas para detectar fitoplasma. Estas sondas tiene un fluoróforo que al momento de la reacción se hidroliza y emite una señal más fuerte que la convencional que se detecta en el mismo instante”, comentó Luis Sáenz Carbonell, director de la Unidad de Biotecnología del CICY y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Desde 2011 se desarrollaron las sondas y el primer específico para el citoplasma causante del amarillamiento letal, el cual actualmente está en proceso de revisión para obtener la patente. Asimismo, se han estudiado los genes que podrían estar involucrados en la resistencia al amarillamiento letal y se han desarrollado marcadores moleculares.
“El amarillamiento letal es una enfermedad que puede matar la planta entre tres y seis meses después de que aparecen los primeros síntomas, sin que tenga oportunidad de sobrevivir. Una vez que es afectada, pierde sus frutos, sus infloraciones quedan necróticas, se amarillan las hojas más viejas, las intermedias y finalmente las más jóvenes, hasta que solamente queda el tronco y la planta ya está muerta”.
El padecimiento se registró por primera vez en Quintana Roo en los años setenta, diez años antes de que entrara a Yucatán, donde arrasó con la vegetación de la costa y avanzó progresivamente hasta Veracruz y Tamaulipas. De acuerdo con las investigaciones realizadas desde hace más de veinte años por el CICY, se conoce que el amarillamiento letal provino de Jamaica, pasó por Florida y posiblemente por la influencia de los huracanes arribó a México donde arrasó con las plantaciones, especialmente las de cocotero.
Una fábrica de larvas
El amarillamiento letal es causado por el fitoplasma, bacteria transmitida por el escarabajo Haplaxius crudus. El escarabajo es atraído por olores, ya sea de los provenientes de las flores o de la descomposición de tejidos que las plantas arrojan. Los insectos provocan una herida en la planta y dejan sus huevecillos de los que se desarrollan larvas, las cuales suelen ser gordas y grandes, que hacen túneles en su interior.
“Si ustedes ven una planta afectada y la tiran o cortan el tronco a la mitad o a largo, pueden encontrar docenas de larvas, pues no solamente mata la planta sino que se convierte en una fábrica de larvas e insectos que se multiplican muchísimo”, comentó Carlos Oropeza Salín, investigador del CICY y miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores.
El investigador agregó que el “picudo negro” (Rhynchophorus palmarum) es un escarabajo que también mata las plantas pero es menos grave que el amarillamiento letal y, aunque se encuentra en todos los estados del país, en Yucatán no representa un gran problema.
Las plagas y las enfermedades han sido una de las principales causas de disminución del cultivo de cocotero, que ha pasado de 200 mil hectáreas a 80 mil hectáreas en México, de acuerdo con el Comité Nacional Sistema Producto Palma de Coco (Conacoco 2013).