EPCSG, 65 años formando periodistas
Por: Gabriel Páramo
El jueves 22 de mayo, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García celebró su aniversario número 65; seis décadas y media formando periodistas profesionales y con conciencia para un país que los necesita con urgencia.
Para mí, hablar bien de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, y hacerlo de manera objetiva, podría ser difícil. Yo ingresé en la institución a mediados de 1975 para estudiar la licenciatura en periodismo, por sugerencia e instigación de Fidel Samaniego, entrañable amigo que en esa época allí tomaba clases y llegaría a ser uno de los grandes periodistas mexicanos.
Una vez en la Escuela, su administrador en esa época, el profesor Ismael Hernández, poco menos que me tomó bajo su amable y rigurosa protección. “Paramito”, me decía y lo mismo me daba consejos que me instruía o regañaba. Aún como estudiante empecé a trabajar en la revista Señal donde José N. Chávez, su director y ex director de la Septién, me dio más de una lección de periodismo ético, bueno y útil.
En esa misma revista estreché mi amistad con el profesor Manuel Pérez Miranda, quien sería, en dos ocasiones, director de la Escuela. El profesor Pérez Miranda es, sin duda alguna, el mejor maestro de redacción periodística que he conocido; él me enseñó a escribir y todavía ahora, trato de incluir muchos de sus consejos a mis alumnos.
En la Escuela de Periodismo mi familia y la del “profe” Alejandro Avilés estrecharon lazos que duran hasta la actualidad. Alejandro Avilés hizo crecer la Escuela, la desligó de su fundadora, la Acción Católica, para garantizar la libertad de cátedra y de criterio que aún ahora son uno de nuestros orgullos.
También tuve la oportunidad de llevar amistad con Alejandro Hernández. Escritor, periodista, comunicador, fue compañero de generación en la licenciatura en periodismo y jefe mío en Ruta 100. El actual director, José Luis Vázquez, con quien también puedo presumir una buena amistad, ha hecho crecer la Escuela con maestrías y posgrados que se imparten tanto en la Ciudad de México como en muchos lugares de provincia.
Mi relación con la Escuela de Periodismo Carlos Septién García no se ha limitado a sus directivos. También, tuve la oportunidad de tener excelentes compañeros, no necesariamente de mi generación, como la poeta Perla Schwartz o el periodista Edmundo Santos; conocí profesores extraordinarios como Bernardo Barranco, Alfredo Gutiérrez, el fallecido escritor Raúl Navarrete o la entrañable poeta Dolores Castro.
Como dije antes, hablar bien de la Escuela con objetividad no es sencillo. ¿Cómo mencionar a los cientos de alumnos de licenciatura sin ser, al mismo tiempo, presuntuoso? He tenido la oportunidad de dar clases a muchos de ellos y me siento orgulloso de más de uno y siento un poco como míos sus triunfos y desarrollo.
¿Cómo hablar del desarrollo de las maestrías en Periodismo Político y en Periodismo Económico? Hablar de su proyección e importancia en el periodismo mexicano es hablar de algo propio, toda vez que tanto yo como mis dos hijas las hemos estudiado. ¿Cómo mencionar los cursos de actualización que se dan en toda la República y su impacto? Difícilmente podría hacerlo sin recordar los rostros de decenas de personas de los más diversos lugares del país con los que nos hemos reunido.