Elaboran fertilizante con residuos de caña y bacterias
Los desechos agrícolas de la industria azucarera representan un peligro para el medio ambiente a consecuencia de su fácil combustión y tiempo de degradación, razón que impulsó al Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca (ITSTB) —que forma parte del Tecnológico Nacional de México (TECNM)— a generar alternativas para el uso de los residuos agroindustriales de la caña de azúcar, teniendo como resultado la producción de un bioinoculante mediante la fermentación sólida del bagazo.
La investigación denominada “Producción de un bioinoculante de Trichoderma sp. y Bacillus sp. mediante fermentación sólida del bagazo de caña de azúcar” propone la utilización de los residuos de caña como medio de cultivo de cepas microbianas, que son microorganismos benéficos para el suelo y control de enfermedades (plagas). El proyecto cuenta con la dirección de la doctora Tannia Alexandra Quiñones Muñoz, la codirección de la doctora Gabriela Hernández Ramírez y la asesoría de los doctores Ricardo Hernández Martínez y Manuel Alejandro Lizardi Jiménez.
En el mismo sentido, Alejandra María Villares Bueno, estudiante de la maestría en ciencias de alimentos y biotecnología del ITSTB, colaboró en el proyecto con su investigación “Producción de Trichoderma sp. y Bacillus sp. por cultivo en estado sólido con bagazo de caña”, en donde estudia el bagazo de caña de azúcar como sustrato para la producción masiva de estas cepas microbianas.
Residuos con potencial biológico
Tannia Quiñones, catedrática Conacyt e investigadora del ITSTB, explicó que el proyecto se encuentra registrado ante el Tecnológico Nacional de México y se desempeña en colaboración con el Ingenio La Margarita S.A. de C.V. para la obtención de la materia prima. Según datos proporcionados por la especialista, en cada periodo de zafra se producen 20 millones de toneladas de bagazo de caña de azúcar, de los cuales solo dos millones son destinados para alimentación animal o producción de energía que requieren las industrias azucareras para su función.
“Los altos volúmenes de bagazo producido representan un reto importante de manejo y almacenamiento, ya que generalmente los ingenios no cuentan con la infraestructura para su uso y almacenamiento, lo que se convierte en un problema constante”.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la caña de azúcar es un cultivo que produce una gran cantidad de biomasa, y parte de ella se emplea en la alimentación de especies ganaderas, siendo solamente utilizado 20 por ciento de las puntas de cañas y 10 por ciento del bagazo.
La propuesta de los investigadores del ITSTB consiste en utilizar los residuos de caña de azúcar como sustrato para asentar cepas bacterianas que posteriormente se emplearán como un inoculante biológico, es decir, un producto a base microorganismos que favorece el crecimiento vegetal.
Para utilizar el bagazo como medio de cultivo de las cepas, aplicaron tratamientos para eliminar la humedad y reducir el tamaño de los residuos para un mejor manejo en el laboratorio. Estos pretratamientos también aumentan el aprovechamiento de la materia por parte de los microorganismos.
La doctora Quiñones resaltó que es posible utilizar el bagazo recién salido del procesamiento industrial, pues desean que la metodología para llegar al biofertilizante sea económicamente accesible para los productores.
El trabajo de caracterización del bagazo y creación del biofertilizante responde a la necesidad de los investigadores por dotar de un valor agregado a los residuos agroindustriales de la región, y pertenece al proyecto 694 de Cátedras Conacyt, denominado Proceso integral para aprovechar residuos agroindustriales, orientado a fortalecer la maestría en ciencias de los alimentos y biotecnología del ITSTB. (CONACyT)