El negocio de la contra cultura
Por: Gustavo Moreno Jaimes
Hace tiempo en México, se vivía un entorno y mundo de represión para los jóvenes, allá por los años 70´s y 80´s (Aunque aún existe la represión) donde todo acto contra el sistema era castigado de forma brutal, viniera de quien viniera, claro ejemplo y uno de los más atroces que ha vivido nuestro país, es el de la matanza de Tlatelólco, donde cientos de jóvenes estudiantes, murieron en manos del entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz, que por su capricho de “Juegos Olímpicos” sin piedad y a cargo del ejército, se quedó en nuestra memoria este terrible acto.
Así mismo otros movimientos culturales, fueron apagados por mucho tiempo, hasta el punto de satanizarlos, tal es el caso del rock y toda su ideología, estaba penado aquél que escuchara o hiciera algún evento encaminado a esta ideología, sólo los “criminales” eran los únicos que escuchaban esas cosas, nosotros como jóvenes no podíamos hacer eso, teníamos que escuchar cosas como a Los Teen Toops, Angélica María, Enrique Guzmán y otros sin fin de grupos y artistas “bonitos” “plásticos” sin nada de ideología y que seguían un estereotipo aceptado por el sistema, aún así el rock en México no murió, gracias a bandas que a pesar de todo, siempre fueron fieles a su ideología (¡Avándaro! ¡Avándaro!) y que dieron pauta a lo que hoy vemos en México respecto a este movimiento, pero, ¿Qué es lo que está pasando ahora? Ya no hay propuestas ideológicas ni musicales, sólo pretensión y egolatría por parte de los músicos, cosa que algunos empresarios han visto como un negocio redondo, así es, lo que antes era prohibido hoy se vende “a madres” (Vive Latino, Corona Capital, etc.) Tanto así que ya valió “madre” ahora hasta grupos populacheros que en un tiempo no eran parte del imaginario colectivo del anti sistema, hoy encabezan estos “movimientos” ¿No me creen? Ahí están los Ángeles Azules haciendo duetos con grupos “rockeros” ¿Qué pasa con la juventud? Que ya no tiene sentido de rebeldía y no hablo de esa rebeldía negativa que obviamente nadie la tolera, hablo de esa libertad de opinión, de defender sus ideas, de no quedarse pasivos ante la situación actual de México, que su revolución es por Facebook y twiiter que no salen a las calles, hoy eso es nuestra contracultura “Muy vendida por cierto”.