Editorial: México un país no lector
México contextualizado en un marco donde la pobreza abunda y donde los ya méritos en todos los ámbitos de la vida acaparan la intencionalidad de progreso, no se puede dar el lujo de ser un país no lector y es que irrevocablemente fomentar el consumo de literatura pareciera un pecado, algo que cuando se hace, acontece como un espejismo en un gran desierto, un país repleto de necesidades innecesarias y que maquillan la realidad atroz del mismo, hambriento de héroes y de hazañas que abundantemente son ficticias, un país relegado en educación y que desconfía de las objeciones que realiza nuestro gobierno para el “bien del pueblo”.
La lectura es un bien necesario, algo que elevaría el conocimiento y fomentaría a vivir de una mejor manera, como podrías manifestarte si no tienes argumentos, y es que si llevamos la problemática a otra época, podemos deducir que los conflictos armados realizados en México, generalmente son organizados por alguien que tiene poder pero que bajo su yugo tiene a centenares de gente que no contaba con la educación necesaria para saber el motivo por el cual luchaba.
Ahora remitiéndonos a nuestra época, sería importante ver que tanto han cambiado las cosas con respecto a aquellos tiempos, es que acaso los niveles de pobreza y de analfabetismo han disminuido, para nada alrededor de 54 millones de mexicanos son pobres y por increíble que parezca 6.9 millones de mexicanos tienen analfabetismo, situación bastante grave para un país que pretende llegar algún día a ser primermundista.
El problema radica en las malas planeaciones a nivel educativo y también a la poca oferta de opciones para que los mexicanos tengan posibilidades de estudiar, aprender y sobresalir, la educación no llega a todos los lugares, debido a que en algunos pueblos las posibilidades de creación de nuevas escuelas no es posible por las condiciones del terreno o la nula importancia de los gobernantes, y es que una premisa universal refiera a que los gobernantes prefieren tener bajo su mando un país lleno de gente ignorante que pueda ser manejada de manera más fácil.
Ahora bien, quienes tenemos la posibilidad de recibir educación, recibimos una educación escueta y que definitivamente no fomenta la posibilidad de originar seres más críticos y analíticos, en promedio en una primaria mexicana sólo se leen las dos terceras partes de los libros de texto, mismo proceso que adopta la secundaria en donde generalmente los maestros no fomentan la cultura de leer.
Ya en las escuelas de nivel medio superior la cuestión ideológica cambia un poco, en promedio los alumnos leen un libro por semestre, claro está, obligados por algún maestro que pone alguna puntuación sobre lo leído.
La situación es bastante compleja, en la medida en la que se avanza académicamente el entorno debiera cambiar en manera positiva, pero las cosas no han cambiado desde hace muchos años.
Muchos mexicanos suelen atribuirle el no leer a la falta de tiempo, otros más a la falta de economía, y algunos otros cínicamente se lo atribuyen a la flojera, habrá que ver que existen jóvenes NINIS, que prácticamente ni estudian ni trabajan, es aberrante pensar que ellos no tienen el tiempo suficiente para leer, tal vez concienzudamente deberíamos preguntarnos si nos han indicado la manera en como leer y en que libros leer.
La llegada de novelas de amor comerciales y libros de auto superación han incrementado el número de lectores en el estrato joven, pero prácticamente leer este tipo de libros no les deja nada intelectualmente hablando, los modos son importantes en el tema de la lectura ya que al igual que lo consumido en televisión, genera ideales y formas de pensamiento en los consumidores, bien se podría tomar la premisa de “eres lo que lees”, y es que aunque parezca gracioso no es lo mismo leer a Coelho que leer a Vargas Llosa.
Aunque en un país como el nuestro creo que los modos no debieran importar tanto, es necesario crear una cultura de lectura para generar una sociedad más coherente y mayor vivaz a la hora de opinar y de elección.
Es necesaria la actividad cohesionada por parte de las instituciones involucradas para llegar a un bien común y para la generación de un país lector, programas, proyectos son necesarios para comenzar a actuar desde ahora y con el firme objetivo de tener un mejor entorno y una mejor sociedad.
La lectura es uno de los mayores placeres que tiene la vida, leer provoca en el lector mayor cultura y mayor sensatez en sus decisiones, también son personas que tienen menos probabilidad de ser manipuladas y ser transgredidas por ideologías débiles, una población leída tiene mayor posibilidad de desarrollarse, habría que voltear y ver qué es lo que han hecho las grandes potencias en materia de educación, sólo leyendo tenemos amplias expectativas de ser más cultos e independientes, ¿o ustedes lectores que piensan?
Por Mauricio Ballesteros Campos