Editorial: La inestabilidad en el país
La inestabilidad en el país es insoportable en estos momentos, existen manifestaciones por todos lados y muchos ciudadanos ya están desesperados, pareciera repetirse la situación de 1968, se viven momentos d incertidumbre en el país.
Ciudadanos exigen la renuncia de Enrique Peña Nieto, se exige un cambio en el sistema político mexicano, pero eso parece ser algo que no llegará y si sucede, pareciera que será una decisión de los que están arriba de Peña Nieto, ya que son los encargados de pagarle a su esposa, Angélica Rivera por actuar como la primera dama día a día, un papel muy desgastante, más cuando te pagan tanto como para poder comprarte una casa de 7 millones de dólares y además salir a poner la cara de que las has comprado con el sudor de tu frente, un desgate muy grande, por el cual se merece recibir una casa de semejante cantidad de dinero, pero por su puesto esto será para el patrimonio de sus hijos.
Lo mexicanos parecen estar hartos y se observan manifestaciones en todo el mundo, pero principalmente en la Ciudad de México, pero con la polémica de los encapuchados a distintas marchas, encapuchados que han impuesto el desorden es las manifestaciones al grado de quemar la puerta del palacio de gobierno nacional, situación que pareciera irresistible, pero el gobierno está tranquilo, ya que salieron los mismo partidos políticos a defenderlo y a deformar los objetivos de estas manifestaciones con sus infiltrados, situación que le restará fuerza al movimiento o lo dejará en el olvido.
Mientras que todo este desgaste social se desarrolla en el país, los partidos políticos, específicamente el PAN y el PRD mueren lentamente, más aún ahora que el líder moral y fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, ha dejado su partido a la deriva, dándole así el tiro de gracias y desconectando un partido que pareciera tener una muerte cerebral y ahora con esta salida, fue desconectado totalmente de esta pequeña máquina que lo mantenía con vida, muy probablemente el PRD no se recupere de este golpe, y si no realiza alguna alianza con la “chiquillada” es muy probable que dentro de pocos años pierda su registro, por otro lado el PAN esta consiente que se destruyó a si mismo durante 12 años, y en estos momentos sólo le queda bajar la cara y trazar un nuevo plan funcional para usarlo en las próximas elecciones presidenciales.
Por Christian González Murillo