Cuando Elia Kazán ganó el Oscar del Mccarthismo
Por Elizabeth Piña Hernández
¿Cuántos Hollywood hay? Sin duda muchos, pues a lo largo de su historia diferentes actores han influido en su transformación, pero quizá sea la caza de brujas el capítulo más oscuro de esta evolución.
Después de la segunda guerra mundial en 1950 el temor de Estados Unidos de que se expandiera el comunismo llevo a Hoollywood a perseguir a todo aquel que tuviera relación alguna, aprobando las leyes de seguridad interna e inmigración nacional se puso en marcha el anticomunismo. Juicios pruebas y testimonios falsos dieron finalizado un gran número de carreras de Norteamericanos al acusarlos de espías y contribuir a la derrota de EU.
El cine fue un blanco perfecto debido a que muchos guionistas y directores habían sido miembros de grupos de izquierda y se incorporaron a los estudios de Hollywood debido a las temáticas de contenido social que tenían sus filmes en las décadas de los 30 y 40 (que más tarde se denominaría Film Noir). Ordenaron la declaración de 41 sospechosos y 19 se negaron a comparecer, razón por la cual muchos directores (como Abraham Polonsky) vieron truncada su carrera y otros se marcharon mientras duró la persecución (el caso de Gene Kelly) o de forma permanente (Jules Dassin), incluso renunciando a la nacionalidad americana (John Huston).
Sin embargo hubo quienes a pesar de su pasado comunista sirvieron al Mccarthismo para no perder su lugar en la industria del cine, tal fue el caso de Elia Kazán (1909-2003). Elia Kazán fue uno de los más grandes directores del cine norteamericano, títulos como La luz es para todos (1947), Un tranvía llamado deseo (1951) y Al este del paraíso (1955) le valieron el reconocimiento unánime de la academia no sólo como artista de la imagen sino como un gran director de actores lo cual sería su gran sello personal. Pero esta brillante carrera se vería manchada durante el macarthismo, pues Kazan fue acusado de pertenecer al Partido Comunista y para librarse del obstáculo que esto representaba para su carrera como cineasta decidió acusar a varios de sus compañeros cineastas. En la ceremonia de 1999 de los premios de la academia, el Óscar honorífico se fue otorgado a Elia Kazan, cosa que causo división entre los asistentes pues algunos como Ed Harris e Ian McKellen no aplaudieron y otros como Steven Spielberg aplaudieron con reservas pues no se levantaron. Kazán había ganado dos premios oscar en por La luz es para todos (1947) y Nido de Ratas (1954) sin embargo esto no era lo que más molestó a quienes permanecieron en sus asientos con las manos cruzadas, más bien ellos decidieron honrar a aquellos que gracias a Kazán permanecieron en silencio o en el exilio. Más allá de lo moralmente correcto o incorrecto del proceder de Elia Kazán lo cierto es que sus acciones y las de otros que colaboraron con el mccarthismo contribuyeron a cambiar a la industria del cine.