Un nuevo Plan Cóndor golpea Latinoamérica
Por Ilka Oliva Corado / @ilkaolivacorado / conta
Lo alertó hace unos meses Cristina Fernández en la reunión del Mercosur cuando recordó que se cumplen 40 años del Plan Cóndor y advirtió: “Fue creado para derrocar gobiernos democráticos. Tal vez ahora se esté pergeñando en algún lugar un nuevo plan, que va a ser más sutil y sofisticado. En algunos casos pueden ser buitres y no cóndores, pero siempre son aves de rapiña. Tenemos que fortalecer más que nunca nuestras democracias”.
Perenne el águila imperial sobrevuela territorio latinoamericano, acompañada de buitres y cóndores, se saborean y no encuentran las horas para arremeter y degustar el banquete. Hay que espabilar o nos devorarán como hace 40 años.
Estados Unidos viene con la furia de la ola de un mar en tempestad. Quiere arrasar con todo, como un huracán.
Hace unas semanas el gobierno de Estados Unidos a través de la DEA lanzó una bomba mediática contra Venezuela, lo anunciaron como noticia de última hora, hablaban de un cargamento de droga interceptado en Haití que se dirigía a Estados Unidos, al mando un sobrino y un ahijado de Nicolás Maduro. En segundos los noticieros a expensas del imperio lo propagaron por el mundo. Y al día siguiente fue noticia de primera plana en periódicos impresos a nivel mundial. Por supuesto que fue una nota falsa, un plan estratégico para poner a Maduro en los ojos del mundo como una familia y gobierno que trabaja con el narcotráfico. El gobierno venezolano demostró la falsedad de la acusación pero ninguno de los medios que lanzaron la nota se dignó a pedir una disculpa por tal difamación. Mucho menos el gobierno de Estados Unidos y la DEA.
¿Por qué lanzar una bomba mediática así y en este tiempo? Porque este seis de diciembre son las elecciones parlamentarias en Venezuela. Parte del mismo plan derechista fue el asesinato del secretario de Acción Democrática, Luis Manuel Díaz que dio pauta para que Lilian Tintori denunciara a nivel mundial un “terrorismo de Estado” y acusara al gobierno de Nicolás Maduro de pretender acabar con su vida. No hay que olvidar que esta camisa blanca celebró en el bunker privado de Macri cuando el conservador ganó la presidencia de Argentina. Eso sí con el mínimo de 679,000 votos, es decir; que los que lo votaron fueron esos fanáticos políticos que no saben lo que significa la o por lo redonda. A pocas horas de ser declarado presidente el rufián arremetió contra Venezuela porque quiere sacarla del Mercosur.
Y no hay que dudar ni por un instante que apoyará como presidente y con dinero del pueblo argentino, un golpe de estado contra Maduro y Dilma. Que al igual que como hace 40 años lo hicieron otros traidores de la cúpula oligárquica de Suramérica, él también sería miembro de una junta que planee una invasión al Cono sur y que implementaría también sino es el mismo pues un decreto similar al de Noche y Niebla de Adolfo Hitler. Tendríamos de vuelta a plena luz del día a los Escuadrones de la Muerte. Macri tiene el apoyo de la oligarquía latinoamericana, del sector empresarial y de ex presidentes y presidentes derechistas. Despabilemos o nos devorarán.
Avanzan el águila imperial, los buitres y cóndores junto a los lacayos vende patrias, hay que echar un vistazo de cómo tienen a México, Centroamérica y el Caribe que son colonias estadounidenses, de cómo tienen a Perú, Paraguay y Colombia, llenos de bases militares estadounidenses con la finalidad de estar lo más cerca posible de los países con gobiernos progresistas para asegurar el triunfo de una invasión militar. Hay que ver cómo han acaparado a la Argentina en los últimos días. De cómo se fragua un golpe de estado contra Dilma. Ahora van contra Brasil, no quieren a Brasil en los BRICS. Porque, ¿quiénes conforman los BRICS? Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. ¿Qué significan estos nombres para el imperio capitalista? Plusvalía y unidad.
Los gobiernos de Lula y Dilma son los únicos que han trabajado en pro de esa parte de la sociedad que vivía en la miseria. Estados Unidos quiere el petróleo de Brasil y Venezuela. Así mismo como muere de las ganas por el petróleo de Siria, por esa razón la invasión militar y el bombardeo. Como se quedó con el petróleo de Irak, (el de México, Peña Nieto se lo entregó solito, bajándose los pantalones) pensará que podrá también hacer lo mismo en Suramérica. Despabilemos…
El presidente del Congreso de Brasil aprobó iniciar un juicio político contra Dilma. ¿Quién es este rufián?
Uno de los políticos derechistas más poderosos de Brasil. Lleva como carta de presentación una investigación penal por haber aceptado un soborno de cinco millones de dólares como parte de un sistema de corrupción que intenta arruinar a Petrobras.. El gobierno de Dilma no permitió que estos buitres y cóndores devoraran la empresa estatal y en respuesta éste mequetrefe le impone un juicio político por corrupción que busca dar un golpe de estado al gobierno progresista y así acabar con el avance de la región. Despabilemos o nos van a devorar.
Este detractor como Lilian Tintori, Leopoldo López y Henrique Capriles en Venezuela, ha orquestado innumerables marchas de camisas blancas que piden el fin del gobierno de Dilma. Lo mismo que los directivos de Clarín y La Nación en Argentina que atacaron al gobierno de Cristina y organizaron marchas de camisas blancas con causa Nisman.
Ante tal embestida capitalista y oligárquica, yo pregunto: ¿Cuándo nos vamos a unir de una vez por todas? ¿Cuándo vamos a aceptar que hayamos nacido donde hayamos nacido en América Latina nuestra patria es una sola? Que nuestro deber es defender la libertad y la plusvalía de nuestros pueblos. ¿Cuándo vamos a dejar que esa grieta siga creciendo y vamos a cerrar filas? ¿Qué más hace falta que nos hagan para que reaccionemos?
¿Acaso que nos aniquilen con otro Plan Cóndor? ¿Acaso una invasión militar que nos regrese de golpe al pasado? ¿Qué es lo que necesitamos para despabilar? ¿Cuál es nuestro pretexto para seguir aceptando injerencias imperialistas? ¿En dónde está la dignidad, la identidad y la Memoria Histórica latinoamericana? No permitamos que se desarrolle otro Plan Cóndor y que acabe con el progreso de nuestros pueblos. No más sangre derramada, no más desapariciones forzadas, no más torturas, no más genocidios, no más dictaduras. Latinoamérica nos necesita, ¿para cuándo vamos a sacar la cara y a levantar la voz por ella? ¡Juicio y castigo a los traidores!