Trabajadores guatemaltecos víctimas de malos tratos en Canadá
Montreal, 29 de abril, 2016 – Organizaciones de justicia migrante están denunciando el reciente arresto y deportación de trabajadores extranjeros temporales de Guatemala cerca de Drummondville, como resultado de una acusación de producción de drogas ligada al empleador y no a los trabajadores.
Un trabajador migrante guatemalteco fue deportado la mañana del viernes a su país como resultado de la redada del 21 de Diciembre de 2015 en la que Éric Dupuis, propietario de Strawberry Farm, fue arrestado por la Surêté de Québec . De acuerdo a un artículo en L’Express Éric Dupuis, el empleador canadiense, estaba produciendo psilocybina (champiñones mágicos) en su granja en Wickham, Québec. Por su parte, los trabajadores extranjeros arrestados y deportados en la redada, vinieron a Canadá en octubre del año pasado, pensando que trabajarían en la producción de frutas y vegetales, incluyendo frambuesas, fresas, manzanas y champiñones.
Ligados a su empleador por un permiso de trabajo cerrado y aislados en el medio rural, los empleados no hablaban ni inglés ni francés. Cuando se dirigieron al Consulado de Guatemala para buscar ayuda luego de la redada, los trabajadores fueron entregados a la Agencia de servicios fronterizos de Canadá.
La petición del trabajador para no ser deportado, fue rechazada el día 28 de abril. El trabajador, quien es padre de cuatro hijos, está preocupado por las consecuencias que esta deportación tendrá en su familia y en su futuro. Habiendo gastado alrededor de 5 mil dólares canadienses para pagar a reclutadores para poder venir a Canadá, el trabajador se va de este país más endeudado que cuando llegó.
Noé Arteaga, un antiguo trabajador extranjero temporal que vive en Montreal, expresó su indignación de la siguiente manera: “estoy enojado de que los trabajadores sean tratados de esta forma en un país que se declara democrático y respetuoso de los derechos humanos. Al final, los derechos básicos de los trabajadores guatemaltecos no son protegidos”.
Cuatro trabajadores inocentes han sido puestos en la cárcel y deportados, lo que revela el doble estándar cuando se trata de proteger los derechos básicos de ciudadanos canadienses versus a los de trabajadores extranjeros.