Más allá de los Óscar de Walt Disney
Por Elizabeth Piña Hernández
Hoy, cuando un maestro del cine de animación como Miyazaki anuncia su retiro y este género se encuentra dominado por el arte digital me parece el momento apropiado para visitar los comienzos del cine animado y la aportación que hizo uno de los más grandes estudios de Hollywood al género, Walt Disney con 26 premios de la Academia.
Perteneciente a las Silly Symphonies , una serie de cortometrajes animados producidos por Walt Disney Productions entre 1929 y 1939 considerados como una época experimental , en el color y la música ya que en ese mismo tiempo solo se usaba el blanco y negro o colores a dos bandas para que más tarde Disney descubrió las pruebas que Herbert Kalmus estaba realizando con el Tecnicolor a tres bandas y decidió descartar el metraje en blanco y negro, y rehacer el cortos a color a tres bandas. Por sus posibilidades expresivas estos cortos “Silly Symphonies” eran muy cercanos a los experimentos de artistas surrealistas como Man Ray, pues el hecho de que abordara la fantasía ya los situaban en el mundo de los sueños.
Los 75 cortometrajes pertenecientes a Silly Symphonies (traducido como Sinfonías tontas) se caracterizaban por no tener a los personajes animados populares de la compañía (Mickey, el pato Donald, etc.), por usa la cámara de planos múltiples. Generalmente eran adaptaciones de historias populares y solían servir en los cines como prólogo antes de una película larga. Algunos cortos de Silly Symphonies que ganaron un el Oscar al Mejor Cortometraje de Animación fueron Flores y Árboles’ (1932), Los tres cerditos (1933), La tortuga y la liebre (1934), Tres gatitos huérfanos (1935, El primo campestre (1936), El viejo molino (1937), Ferdinando el Toro (1938), Patito feo (1939), este récord solo fue igualado por la serie de MGM Tom y Jerry entre los años 1940 y 1950.
Una de las características del sistema de estudios de la época dorada de Hollywood era que el centro de la concepción y creación de una película giraba en torno al productor, el cual no sólo fungía como ejecutivo sino que además controlaba todo el proceso creativo de una película. El estudio de Disney no era la excepción y dado que él tenía conocimientos de animación, música, actuación, realización de guiones y finanzas, vigilaba hasta el más mínimo detalle, cosa que en muchas ocasiones le hizo chocar con sus dibujantes pero que hoy dan la pauta para considerarlo un autor. Por lo que en 1932 se le es entregado el Óscar honorífico por la creación de Mickey Mouse el dibujo animado más importante y más personal de mismo Walt Disney.
Para el año de 1939 después de una época creativa nace Blancanieves y los siete enanitos, recibió el Óscar honorífico acompañado de siete estatuillas miniatura más. El premio se lo otorgó Shirley Temple a Walt Disney. Blanca Nieves es una de las más grandes películas de la historia, pues en sí misma es una obra de arte porque cada fotograma es un dibujo a mano, además de que le otorga carta de identidad al género pues demuestra que la animación no es un mero divertimento previo a una película sino que es capaz de contar una historia por larga que ésta sea con la misma eficacia que un largometraje real. Considerada como una obra maestra junto con Pinocho y Fantasía (1942), según The Washington Post , gana el Óscar honorífico y se posiciona junto a David O. Selznick y Darryl F. Zanuck como uno de los productores-autores más premiados de la historia por su contribución al arte cinematográfico.
No menos importantes gana también el Oscar al Mejor Cortometraje de Animación Lend a Paw ( 1941) Fuehrer’s Face (1942). En ese mimo años 1942 gana el premio en memoria de Irving G. Thalberg, destinado a premiar a personajes especialmente significados en el mundo de la producción cinematográfica, y que consiste en un pequeño busto del mismo Irving Thalberg.
Seis años después vuelve a ganar Óscar al mejor cortometraje de imagen real Seal Island (1948) película documental de las focas de tierra en el Mar de Bering. Beaver Valley (1950), Nature’s Half Acre (1951),Water Birds (1952) vuelve a ganar Óscar al mejor cortometraje de imagen real.
Es hasta 1953 donde gana con 4 premios uno por Toot Whistle Plunk and Boom (1953) Óscar al mejor cortometraje de animación, Bear Country (1953) Óscar al mejor cortometraje de imagen real, The Alaskan Eskimo (1953) Óscar al mejor cortometraje documental y The Living Desert (1953) Óscar al mejor largometraje documental. Es un año en el que se destaca el estreno de Peter Pan (1953) y el lanzamiento de la idea de Disneylandia a tres bancos de Nueva York, que sin embargo fue rechazada.
The Vanishing Prairie (1954) gana Óscar al mejor largometraje documental, Men Against the Arctic (1955) gana Óscar al mejor cortometraje documental y de nuevo gana Grand Canyon (1958) gana Óscar al mejor cortometraje de imagen real lo cual nos habla de su versatilidad pues también hizo películas en las que mezcla el mundo real con la animación como Mary Poppins(1964) que gano mucho premios poco antes de la muerte de Disney y culmina con Winnie the Pooh and the Blustery Day (1968) Óscar al mejor cortometraje de animación. En 1995 se le concede otro premio especial, en esa ocasión a John Lasseter por Toy Story, la primera película de larga duración creada completamente por computadora. La categoría de mejor largometraje de animación se creó hasta 2001 donde gano la película de Shrek. Hasta la fecha, El viaje de Chihiro, del ya mencionado Hayao Miyazaki, es la primera y única película de animación japonesa que ha ganado este premio, así como la primera y única película de animación extranjera (de habla no inglesa) en ganar que utiliza la técnica de animación tradicional. Sin duda, a pesar de que fueron hechas después de la muerte de Disney y bajo otros esquemas de producción, no podemos olvidar el La Sirenita, Aladdin, El Rey León, Pocahontas que también ganaron premios. En 2006 la compañía Disney se fusiona con Pixar, aunque el trabajo en conjunto ya había comenzado en 1990, como se mencionó arriba. Siguieron, y seguirán, cayendo premios pero esa era dorada de Disney sigue en pie como una referencia obligada para todo el cine que se postule como animado.