Cobain, a 23 años de su muerte
“A veces por muy alto que pongas la música sólo puedes oírte a ti mismo”.
Kurt Cobain creció en una década que vio nacer la tecnología tal como la conocemos hoy en día; a lo largo de sus 27 años luchó contra la depresión, los desórdenes mentales y la adicción a la heroína.
Desde su adolescencia dejó ver su interés en el arte, en el que incursionó como poeta en las páginas de su diario. A los 14 años recibió su primer guitarra y a partir de ese momento no volvió a despegarse de ella.
Junto a Krist Novoselic y Dave Grohl formó a principios de la década de los 90 la banda Nirvana, misma que desde su debut, con Cobain como compositor, ha vendido más de 30 millones de álbumes en los Estados Unidos y más de 95 millones en todo el mundo.
Su vida se tornó más sombría al llegarles la fama, el dinero y los excesos, sin embargo gracias a su temperamento polémico y sus frases directas Cobain se hizo un nombre en la industria musical.
Contrajo matrimonio con Courtney Love, actriz y cantante con la que además del amor por la música compartía afición por la heroína. De esa unión el 18 de agosto de 1992 nació Frances Bean Cobain, la única hija de la pareja.
Kurt Cobain acabó con su vida el 5 de abril de 1994 a la edad de 27 años, sumándose así al misterioso “club de los 27”. A su muerte, su imagen, sus letras y su estilo musical, el grounge, se convirtieron en leyenda.
Cobain peleó contra sus múltiples demonios a largo de su vida, mismos que su hija Frances aprobó para ser mostrados en el documental “Kurt Cobain: Montage of Heck”, en el que el objetivo del director Brett Morgen fue intentar desmitificar la imagen de Kurt como un músico adicto y de Courtney como la arpía que lo orillo a su muerte.
Hoy se cumplen 23 años de su suicidio y su legado lo ha convertido en un icono de la década de los noventa, de la música y de la genialidad.
Aquí te dejamos una de sus mejores interpretaciones.