‘Método Konmari’ para ordenar la casa o ‘chispa de la alegría’
Mary Poppins lleva 50 años generando falsas expectativas sobre cómo se recoge una habitación: con un poco de azúcar, un chasquido de dedos y ¡magia! Todo en su sitio. Puede que sea la desilusión de crecer, de comprobar que un chasquido no hace más que eco, pero la verdad es que hacer limpieza es una tarea desagradable… Hasta que conoces a Marie Kondo. Esta joven japonesa, reciente gurú del orden, ha instaurado una nueva filosofía: mantener la casa arreglada no es solo una cuestión de limpieza, también de felicidad y bienestar mental. «La chispa de la alegría», como ella dice.
«En la mayoría de los casos, cuando la gente piensa en ordenar lo relaciona con cosas de las que se tiene que deshacer. Sin embargo, consiste en justo lo contrario: en adivinar qué es lo que queremos conservar, lo que nos hace felices», explica Kondo. «Si lo hacemos todo de una vez y de la forma correcta, podremos apreciar mejor la realidad que nos rodea. Nos hará sentir tan bien que querremos seguir manteniendo ese estatus». Esta es la base de un pensamiento que arrasa en YouTube y en las librerías. Bautizado como el ‘método Konmari’, algunos ya se sirven del verbo ‘kondear’ para llamar a una tarea que va más allá de poner orden en el dormitorio.
Con millones de ejemplares vendidos de ‘La magia del orden’, la autora ha sido incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista TIME. «Es una Mary Poppins moderna», describió la actriz Jamie Lee Curtis en el artículo de la publicación americana. «Ha convertido la organización en un sistema de autoayuda, en una forma de arte con una legión de nuevos y pulcros devotos».
Kondo, cuya pasión por el orden comenzó a los cinco años leyendo revistas de decoración, viaja por el mundo asesorando a otras personas sobre cómo organizar sus hogares; o mejor dicho, sobre qué conservar y si ello les proporcionará verdadero bienestar. Ese es su secreto: guardar solo aquello que produzca alegría, sean objetos a la vista o escondidos en algún trastero. Si no te provocan esa chispa, deshazte de ellos. «Solo apartando lo que ya no necesitas, apreciarás realmente lo que ya tienes», reflexiona la gurú. Y nunca olvides darles las gracias: en el mundo ‘kondaniano’ los objetos son seres vivos que te han servido religiosamente durante años. Devuélveles el gesto.
Si quieres probar esta suerte de feng shui, esta es la guía que ofrece ‘La magia del orden’:
1 – Ordena por categorías
No comiences a ordenar por zonas, sino por categorías, de lo más sencillo a lo más difícil y en el siguiente orden: ropa, libros, papeles, objetos variados… y recuerdos, los más complicados. Llegados a este punto del proceso, ya habrás adquirido cierto rodaje y será más fácil hacer limpieza.
2 – Sácalo todo
Saca todos los objetos que tengas incluidos en dicha categoría en cualquier parte del hogar (siempre que sean tuyos) y sitúalos en el suelo.
3 – Selecciona
Selecciona aquello que te produzca la «chispa de la alegría» y el resto descártalo. Para emprender este cometido, Kondo proporciona algunos trucos:
«’Puede’, significa ‘nunca’». Pregúntate si te gusta, si lo has utilizado recientemente y si realmente lo volverás a hacer. «La razón más común de la gente para no desprenderse de algo suele ser ‘puede que lea este libro otra vez’ o ‘puede que me lo vuelva a poner algún día’. La realidad es que en muy pocas ocasiones acabamos volviendo a ese objeto abandonado», señala Kondo.
No guardes nada en tu armario que no te dé alegría. Ni siquiera esa prenda que solo utilizas para estar por casa y que nadie más que tú ve. Si no te gusta, crees que no te sienta bien o te avergüenza lucirla en público por antigua, deshazte de ella. Viste solo aquello que te haga feliz.
Sé especialmente metódico con los documentos. Una camiseta es reemplazable, ciertos papeles no lo son tanto.
«No podemos vivir en el pasado». En cuanto a los objetos sentimentales, «no importa lo maravillosos que fueron. La felicidad y el entusiasmo que sentimos aquí y ahora es más importante».
4 – Descarte
Deshazte de lo descartado y dónalo. Los objetos que ya han cumplido contigo pueden hacerle feliz a otra persona. Y muy importante: no dejes que tu familia lo presencie. «Para los padres puede ser ‘estresante’ ver cómo su hijo se desprende de ciertos objetos», señala Kondo. Una vez hayas empaquetado todo, apártalo de su vista.
¡Da las gracias! Según el ‘método Konmari’, los objetos tienen ‘alma’. Agradéceles el tiempo que te han servido antes de darlos por descartados.
5 – Categoriza y guarda
Categoriza aquello que has decidido conservar y guárdalo de forma clasificada: ropa por colores, libros por género, documentos administrativos… Lo que te produzca mayor felicidad, que quede siempre a la vista, y que todo quede siempre en el mismo sitio; será más fácil localizarlo después y volverlo a colocar.
Para el almacenaje basta tirar de viejas cajas de zapatos: si lo guardas de forma organizada, no necesitas clasificadores, ni separadores. Cuando lo coloques, imprime a cada elemento tu energía positiva y trátalos bien: durarán más tiempo y cumplirán mejor con su cometido.
En cuanto a las prendas, si la doblas de la forma correcta, ahorrarás espacio.
Para cumplir con el objetivo, trata de cumplir el ‘método’ de una sola vez y no dejes una sección a medias, apunta la gurú. Y sobre todo, crea un hábito. De nada sirve meterse una ‘maratón’ de limpieza si al día siguiente vuelves a ordenar a la manera pre-Kondiana. Notarás los beneficios: «Ordenar tiene efectos mágicos», promete Kondo. «Verás la confianza que adquieres en tu capacidad de toma de decisiones».
Fuente: El Correo