UNA SENTENCIA DE MUERTE

Agencia AMN


UNA-SENTENCIA-DE-MUERTELos diputados de la LXIII Legislatura Federal, entre los que figura el espurio poblano Hugo Alejo Domínguez, aprobaron el nuevo presupuesto federal para el 2016, y con ello, extendieron una licencia a los nuevos criminales de la industria refresquera de México.

Sí, estamos ante una sentencia de muerte, dictada por una ilegal Legislatura Federal, y digo ilegal, porque Hugo Alejo Domínguez es un diputado de hecho, pero no de derecho.

El ponzoñoso prianismo, que le ha hecho a México ver su suerte desde 1988, avaló reducir de un peso a 50 centavos la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios -IEPS- a bebidas azucaradas.

 

¿Qué quiere decir esta infamia?

Que ese impuesto había desalentado la producción y venta de refrescos en México. Y claro que los criminales refresqueros están felices, pero eso no garantiza que sus productos se vayan a la alta en el 2016.

Aunque usted no lo crea, en la nación azteca mueren más mexicanos por consumir bebidas carbonatadas que por la violencia, según un estudio de la Universidad de Harvard; el cual revela que México es el mayor consumidor mundial de refrescos, pues en promedio los mexicanos consumen más de 300 litros cada año contra 217 litros de los gringos.

Sí, la Coca-Cola es el pan nuestro de cada día.

En el 2014, la violencia de las mafias criminales, que han ocasionado la malformación social de México, arrojaron 15 mil 649 asesinatos contra 24 mil muertes provocadas por las empresas transnacionales refresqueras.

Sí, estamos ante nuevos actores del crimen, que gozan con licencias para matar, pues el Estado no sólo se los permite, sino que además los exime del pago de impuestos: luz y agua. ¡Inaudito!

¿Ya adivinó usted para quién gobiernan nuestros “abnegados” señores diputados?

¡Claro que para el capitalismo salvaje!

Así que los diputados del PRI y del PAN extendieron a los criminales de la industria refresquera una licencia para matar.

Esos criminales han provocado un México de peso completo, pues no olvidemos que la nación azteca es líder en el mundo en materia de obesidad infantil y de adultos, con más de 15 millones de personas gordas.

La obesidad es el detonante de un titipuchal de enfermedades crónico degenerativas como el cáncer, ceguera, diabetes, descalcificación, anemia, disfunción eréctil y un larguísimo etcétera.

Habrá que echarles unas fanfarrias a esos diputados panistas y priístas que tuvieron la brillante ideota de extender semejante licencia para matar, a los criminales de la empresa refresquera, pero que esas fanfarrias sean con puras mentadas.

Y en plena austeridad, el presupuesto de México aumenta para el 2016 de 4 billones 746 mil 945 pesos a 4 billones 763 mil 889 pesos, lo que representa casi 17 mil millones de pesos adicionales.

¿Qué hará el gobierno con semejante billonada? Aquí se lo diré mañana.

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