Han visitado la FILEM más de 81 mil personas
Agencia MVT
TOLUCA, México, 28 de Agosto.- La Primera Feria del Libro del Estado de México, organizada por la Secretaría de Cultura del gobierno estatal, el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal, la Universidad Autónoma del estado de México y el Ayuntamiento de Toluca, ha tenido excelente recepción del público ya que en siete días se registra una asistencia de 81 mil visitas en el foro principal que es la Plaza de los Mártires y en sus sedes alternas.
Dentro del programa literario se han presentado una serie de libros editados por las mismas instituciones convocantes, todos orientados a fortalecer la formación intelectual de los interesados y del público en general ya que si bien hay algunos especializados los hay también para conocer más acerca de las raíces e historia de la capital; ejemplo de ellos fue el texto “Una ciudad y dos causas sociales a través del tiempo”.
Esta obra, cuya autoría es de Margarita García Luna Ortega, quien fuera directora del Museo-Taller “Luis Nishizawa” de la Secretaría de Cultura por más de dos décadas, sirvió para rendirle un pequeño homenaje a casi un año de su fallecimiento, ya que los presentes Carlos Héctor Torres Tello, su hija Úrsula Cotero García Luna y el cronista de Toluca, Gerardo Novo Valencia, compartieron con los asistentes al Foro A de la Filem muchas anécdotas, recuerdos y destacaron la importancia de su obra para la ciudad.
De esta manera, Novo explicó que el libro en cuestión era una pequeña muestra de la ardua labor de Margarita García Luna, ya que es una antología de relatos que no abarcan los escritos por ella en más de medio siglo de trayectoria.
De ahí que invita a la realización de una compilación de su obra. Con la mesura y claridad con que siempre se dirigía García Luna, se puede uno acercar a sus textos, con la certeza de que siempre el lector hallará algo interesante; por ejemplo, la transformación del Valle de Toluca a ciudad; o la historia de los diferentes callejones que conformaban esta pequeña urbe, o el cambio del uso de suelo tan radical ya que en las calles de Quintana Roo y Constituyentes se encontraba, por allá del siglo XIX, un Campo Santo, que luego se convirtió en Burlesque, en espacio de Lucha Libre hasta que ahora es un tranquilo Parque.
Otro de los temas que cautivan es la explicación de que en 1830, cuando Toluca se convierte en capital de estado, el reconocido periodista de La Unión, Fernando García Caballero, en 1862 describe a esta tierra de manera pésima, ya que evidencia con notable desdén la falta de alumbrado público, la plaza de armas sin adornos, las calles “sin banquetas y abandonadas, que no había diferencia entre ellas y los muladares”; no obstante, García Luna sale a la defensa de aquella parte de la historia.
Así, vuelca las palabras de Caballero en un relato de antaño que se antoja vivir, además muestra el progreso y los cambios que permiten ahora ver y disfrutar de la modernidad.
De igual manera, y para sorpresa de quien tenga la fortuna de leer el libro, descubrirá que cuando Toluca se hace capital el barrio con mayor población era Santa Bárbara con 419 habitantes, mientras que San Luis Obispo contaba con 36.
Parecería imposible imaginar el origen de esta capital, fuente de progreso, pero para hacerlo sólo hay que recurrir a las investigaciones de Margarita García Luna y experimentar la sensación de remontarnos a una época pasada que nos dio las bases para construir este presente.