Doctorado en Estudios para el Desarrollo Humano de UAEM ingresó a PNPC del CONACyT
Corresponde a la comunidad científica proponer los cambios de actitud y las propuestas más eficientes que permitan políticas públicas tendientes a regular los efectos nocivos para el ambiente.
Toluca, Estado de México.- Frente al deterioro de los ecosistemas, el estudio de la química ambiental puede transformar la investigación en herramientas de solución, así como predecir los posibles efectos de la contaminación de manera eficiente, aseveró el secretario de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad Autónoma del Estado de México, Carlos Barrera Díaz.
Al inaugurar el VIII Congreso de la Asociación Mesoamericana de Ecotoxicología y Química Ambiental (AMEQA), Barrera Díaz detalló que investigadores de México, Centroamérica y el Caribe desarrollan estudios que describen los niveles de contaminantes, sus efectos en organismos de prueba y evalúan los riesgos potenciales en los ecosistemas.
En el auditorio del Centro Conjunto en Química Sustentable UAEM-UNAM, la presidenta de la AMEQA, Guadalupe Barrera Escorcia, sostuvo que la Asociación, incorporada a la Sociedad de Toxicología y Química de Canadá, Estados Unidos y México, es un puente de comunicación que contribuye al estudio de aspectos ambientales y en la propuesta del aprovechamiento racional de los recursos naturales.
Luego de reconocer a la Autónoma mexiquense por ser sede de este importante encuentro que convoca a instituciones de educación superior de todo el país, Barrera Escorcia afirmó que este organismo se destaca por la publicación de investigaciones y encuentros con especialistas que abonan de manera importante al conocimiento científico.
Acompañado del académico de la UAEM y vicepresidente de la AMEQA, Juan Carlos Sánchez Meza, el director de la Facultad de Química de esta casa de estudios, Erick Cuevas Yáñez, manifestó que corresponde a la comunidad científica proponer los cambios de actitud y las propuestas más eficientes que permitan políticas públicas tendientes a regular los efectos nocivos para el ambiente.
Durante este ejercicio académico que concluirá el próximo viernes se abordarán diversos aspectos de la ecotoxicidad, como la terrestre, que analiza los suelos para determinar la presencia de solventes y metales pesados; la hídrica, que refiere a contaminantes como los detergentes y microbios en cuerpos acuosos, y la contaminación atmosférica, cuyas partículas son imperceptibles y se concentran en áreas urbanas, provocando daños a la salud.