Serie B: una mujer convertida en avispa
Por Elizabeth Piña Hernández
Una avispa es un insecto que se distingue de las abejas por su abdomen inferior puntiagudo y su estrecha «cintura» que se denomina pecíolo y separa el abdomen del tórax. ¿Que representa para el cine la avispa?, ¿Por qué estos animales se convierten en creaturas enormes?, ¿Por qué, en cierto periodo histórico del cine, atacaban los insectos a las personas?
A lo largo de la historia el cine nos ha contado muchas historias de avispas que atacaban sin piedad o personas que sufrían mutaciones por la picadura del veneno de una avispa. La serie B consagró el mito alrededor de este animal pero lo que le dio más credibilidad, a pesar de que muchas de ellas eran producciones de bajo presupuesto, fueron las crisis económicas y la guerra fría que hacía latente la posibilidad de que se desencadenara el horror del poder nuclear.
Es por eso que la serie B estuvo llena de ataques de animales gigantescos, surgidos de experimentos nucleares, y alienígenas que invadían la tierra. Las historias de bajo presupuesto, filmadas en una semana, permitían llenar la pantalla de historias donde se mezclaba la ciencia ficción con el terror de ese panorama pre apocalíptico que vivía la humanidad.
De la mano de un genio que dio la industria de las películas de bajo costo y sin perder ni un solo peso nace La mujer avispa (1959) dirigida por Roger Corman, la cual cuenta la historia de una mujer dedicada a la industria de cosméticos que al buscar la eterna juventud se inyecta a sí misma la jalea de avispa en un intento por mantenerse eternamente joven, pero los resultados de dichos experimentos resultan fatales y la convierten en una mutación de una avispa. Aquí la ciencia se convierte en el instrumento maligno que destruye por la ambición de saber: el científico loco, inagurados por Frankenstein de Mary Shelley, lo que da el toque para que los problemas giraran alrededor de lo que había creado como en este caso el doctor Zinthrop quien asegura que ha encontrado el secreto de la eterna juventud, se trata de un suero hecho con enzimas de avispa. Janice decide probar la pócima, y su piel se torna tersa y lozana. Pero, al agotarse accidentalmente el suero, Janice empieza a sentir los efectos secundarios; por las noches, se transforma en la mujer avispa: un monstruo que mata para obtener la sangre de sus víctimas. El elixir de la juventud, la belleza y el dinero se muestran como lo requerimientos de una sociedad para ser valioso.
Aunque la película no es innovadora pues resulta ser una copia de la transformación que sufrió Andre Delambre (David Hedison) el científico de La mosca (Neumann, 1958): la mutación de un hombre a insecto que a su vez tiene su base en Dr. Jekyll and Mr. Hyde (cambio de personalidad) y la La metamorfosis de Franz Kafka. Sin embargo Corman es contrapone al personaje de Neumann una mujer, cosa que no es rara pues la mayoría de las heroínas de su cine son personajes femeninos, y en su infinita autoironía hace evidente el uso de botargas, que fungían un papel importante desde hace mucho en el cine de bajo presupuesto, lo cual le quita cualquier pretensión de ser considerada cine de arte.
A pesar de la mofa que hace de sí mismo el cine siempre nos lanza la pregunta: ¿la ciencia podría hacer realidad algún día la ficción? o en medio de lo que no conocemos existirán criaturas como éstas y el tema no se ha agotado películas como: Nido de avispas (1970) de Phil Karlson y Franco Cirino, Nido de avispas (2002) de Florent-Emilio Siri, Atrapados en el enjambre (2005) de Paul Ziller,, Avispas asesinas (TV) (2007), de David Winning, Avispas asesinas (2012) de Joe Knee etc, nos dicen que el hombre siempre va estar amenazado por algo hasta por insecto cada vez más pequeños.