Pulso crítico
La crisis es “crítica”: Peña Nieto
La cruda realidad no se detiene. Avanza al ritmo del fluir del tiempo dejando a la zaga propósitos y objetivos de los pueblos y, más atrás, políticas gubernamentales reactivas para controlarla, domesticarla y manipularla. La crisis en Europa “es crítica”, expresara Enrique Peña Nieto, quien gobernará a este país sin entender y, mucho menos, para aceptar para pensar y actuar en consecuencia que la crisis es sistémica, global y, por ahora, irreversible. Ya está aquí, en un México con condiciones políticas y sociales diferentes, como también son diferentes las maneras de expresarse del capitalismo, sus contradicciones y sus retos en la vida doméstica de cada país a lo largo y ancho del planeta.
No es que el destino nos alcance como reza la manida frase. Ya en México vamos tras este, montados en caminos equivocados, medidas políticas fallidas y estrategias económicas suicidas, La elección del ahora presidente electo y la reelección de dos nefastos dirigentes sindicales, paradigmas de la corrupción que corroe hasta las entrañas a este país son la medida, anticipándose a un Congreso de
“La crisis en Europa no es económica, es de confianza”, expresara el Sr. Peña sin haber tomado nota del “¡es la economía, estúpido!”, frase que se manejara durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre). Como en su momento ante un diagnóstico ajustado a la política del momento y no a la realidad que se viviera, el Sr. Agustín Cartens, secretario de hacienda en el sexenio foxista, con el mayor desparpajo calificó a los efectos de una crisis ya en marcha desde los tiempos de los gobiernos priístas, como un simple “catarrito”. Sin rumbo y sin destino, la terca realidad no se detuvo. Hoy desarmados, material e ideológicamente, se nos llama a cerrar los ojos, a dejar hacer, dejar pasar, para con confianza ciega en un gobierno con propósitos y rumbo incierto, evitar que la vorágine que envuelve al mundo se apodere de la esperanza que aún guardan mexicanos insensibles.
Como en el Veracruz falaz, en México no pasa nada. Pobreza, desigualdad, inseguridad y desconfianza son ilusorias. La reserva monetaria vive su mejor momento; la inflación bajo control, blindaje equilibrado de las finanzas públicas y el estado de derecho a salvo. Visión macroeconómica de una realidad que no existe en el bolsillo y percepción de millones de mexicanos que, en el mejor de los casos, sobreviven día con día gracias a un ingenio finito, mas que inagotable. Se le gana tiempo a la crisis, se dice en los círculos más optimistas de este país, con Peña Nieto al frente de un gobierno priísta, inversión, empleo y leyes justas, se superará el sombrío panorama que hoy nos deja el gobierno panista del Sr. calderón. Ignorándose que el tiempo ya no es nuestro, las nuevas generaciones frustradas, desilusionadas, engañadas, lo exigen para sí. Una vanguardia juvenil retoma ya el hilo conductor de la memoria, dispuesta a rescatar lo mejor de las generaciones precedentes y, arrojar a la basura de la historia lo peor del mundo que reciben en custodia. El orden nuevo llama a la puerta del viejo, ciego y sordo, que se resiste a morir.
La noche de los tiempos nos ha dejado sin horizontes. No obstante, para los que si quieren ver, la luz de un nuevo amanecer ya se asoma en el amplio escenario de una memoria histórica que enseña que la humanidad no es suicida; siempre hay caminos para avanzar contra la adversidad transformando la realidad que nos niega el papel de ser hombres. No hay caminos, se hace camino al andar, dijera el poeta. Caminemos.
Hojas que se lleva el viento
Pero si bien políticamente es entendible, la argumentación que se esgrime en contra o a favor de
Debe reconocerse que el rector de
“El que mucho abarca poco aprieta”, dicen los detractores, oponiendo calidad a cantidad en su argumentación, en tanto que los que le defienden de manera interesada, afirman que no es “patito” por contar con reconocimientos oficiales en la entidad. Nadie, que yo sepa, cuestiona o aplaude el modelo educativo propuesto, por sus contenidos y alcances como coadyuvante en la búsqueda de solución a las carencias de la oferta pública de educación superior en Veracruz. Siendo esto precisamente lo que debería ponerse en el centro de un tan estéril como amañado debate, al que por cierto parece estar ajeno el propio gobernador Duarte de Ochoa. Xalapa, Ver., 21/10/2012.