Amanecer Abierto y Pausa, No Perdón
Amanecer Abierto.
Pausa, No Perdón
Por Rafael Loret de Mola
HACE LARGO TIEMPO QUE NO AMANECÍAMOS CON UN PUÑADO DE BUENAS NOTICIAS. Y NO SE TRATA DE SI ANDRÉS GANÓ ARROLLADORAMENTE SINO DEL OPTIMISMO QUE DIVULGARON SUS DISCURSOS Y DE LA FE DE UN PUEBLO.
¡QUÉ PAQUETE TIENES PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR! ¡SER DIGNO DE UNA GRAN NACIÓN Y NO FALLARLE! LA VOZ DE LA CRÍTICA TE SEGUIRÁ COMO CONTRAPESO. ACÉPTALA CON LA HUMILDAD CON LA QUE ABRAZASTE A TODOS ANOCHE. POR MÉXICO Y SU FUTURO, NO DES TREGUA AL CORRUPTO Y SACÚDETE DE LA MARAÑA DE PERSONAJES TURBIOS. SÉ QUE LO HARÁS PORQUE SI QUIERES PARECERTE A JUÁREZ RECUERDA A GUILLERMO PRIETO, MELCHOR OCAMPO, SEBASTIÁN LERDO DE TEJADA Y ASÍ SABRÁS POR DÓNDE COMENZAR. COMPARTO LA EMOCIÓN DE MILLONES DE MEXICANOS; Y TAMBIÉN LA PREOCUPACIÓN DE QUIENES DUDAN. TODOS SON MEXICANOS, NO SÓLO TUS PARTIDARIOS. ESTOY AGRADECIDO CON DIOS POR HABERME PERMITIDO VIVIR LA JORNADA DE AYER. ¡VIVA MÉXICO! ¡VIVA MÉXICO! ¡VIVA MÉXICO!
Perdónenme las mayúsculas. Así lo sentí y divulgué en mi página WEB. Sí, un crítico irredento tiene derecho, también, a un poco de alegría y de optimismo. No es que todo vaya a cambiar de la noche a la mañana; es que, entre tantos millones de sufragantes –incluso quienes, acaso impactados por la campaña negra y sus justas duda sobre lo que ofreció el presidente electo en su campaña, no votaron por él-, surgió la fe de un pueblo en el futuro, sabedor que logramos derrumbar la ignominia del sistema putrefacto, corroído hasta los huesos. Por ello la victoria se extendió hacia los cacicazgos aldeanos que cayeron. Sólo una noticia preocupante nos asfixia hoy: Puebla, colocada en el maniqueísmo entre el bien –el cambio-, y el mal –la aristocracia, antítesis clásica de la democracia-.
Los números suben y baja en la ciudad de los ángeles y esperemos que, finalmente, lleguen al Tribunal Electoral para decapitar al cacicazgo perverso de los Moreno Valle. Son, hasta este momento, los lunares. No se merecen los poblanos un fraude entre un mar de optimismo; no lo soportaremos los mexicanos, todos, que tanto aportamos con valor para encarar a la satrapía… que no pudo detener el avance de la soberanía popular que pasó sobre los hierros retorcidos de la manipulación, la guerra sucia, los intentos por desbordar los comicios –no olvidemos los tiroteos y a quienes cayeron el domingo frente a las urnas-, y el martirio como señal permanente de que la “x” de nuestro México, como señaló para siempre Ricardo López Méndez, el vate yucateco, “tiene algo de cruz y de calvario”.
México ganó una oportunidad. Y la vamos a aprovechar integralmente. Ningún retroceso, ninguna ambigüedad, no más felonías ni corruptelas familiares –ojo con los juniors del vencedor, de no muy buena fama-, ni entregas lacerantes al extranjero. Sí, Andrés será el mandatario más presionado de todos los tiempos… y acaso el de mayor poder en décadas. Por eso debe cumplir y hacer, construir y no parar, sacudir y jamás ceder. Ya tiene un sitio en la historia; ahora su papel es engrandecerlo.
Démosle nuestra confianza, por ahora. Tiende derecho a ella luego de tantos años de lucha y perseverancia. ¡A ganarse el sueldo con sudor y entrega, Andrés! ¡Y a no fallarle a tantos millones que votamos por ti! Sí, ahora puedo decirlo sin torcer la imparcialidad con la cual me conduje durante los largos meses de precampaña y de campaña. Y estoy seguro de que, aunque pesan algunas ambigüedades –la entrada de priistas y panistas a su equipo cercano-, será su deber superarlas si, de verdad, como dijo emocionado la noche de la victoria, quiere pasar a la historia como un buen presidente. Que así sea.
La Anécdota
Es natural que Andrés apueste por una transición pacífica y sin turbulencias. Así debe ser por el bien de México. Hoy mismo debe reunirse con el señor peña para su primer acuerdo con rumbo a diciembre y a la puesta en marcha de un programa que rescate, sobre todo, a los pobres sin necesidad de expropiaciones ni persecuciones. Pero que no ponga, por encima, los intereses de las multinacionales que nos saquean. Al contrario. Están fuera de la ley y deben ser expulsadas de México.
Y, finalmente, es explicable que trate a peña bien en estos meses de transición. Una confrontación sería ruinosa para los intereses del país y el optimismo despertado. Pero, al final, cuando alce la mano para jurar como mandatario y eleve su voz para asentar, de no cumplir con su deber, “que la nación me lo demande”, recuerde su apotegma de campaña: venganza no; justicia sí. Y, entonces, deberá dejar actuar a los órganos judiciales para que el perdón sin justicia no sea un obstáculo en el camino de la patria que le exige poner a peña y sus predecesores ante los jueces y el gran jurado popular.
México conquistó la democracia. Vamos por un buen gobierno, Andrés, sin rincones oscuritos ni acuerdos ni chantajes soterrados.