El animal que más café consume en el mundo
La cafeína es la sustancia psicoactiva que más se consume en el mundo, lo que ha permitido que varíe el tipo de preparación y la concentración del grano según la región donde se prepare.
Existen ciertos parámetros generales generalmente que siguen a la hora de preparar un café, por ejemplo un expreso (30 ml) contiene cerca de 40 mg de cafeína, mientras que vaso grande del Starbucks (casi 600 ml) posee más de 400 mg.
Al hablar de los efectos de la cafeína, estos varían según la persona y sus hábitos de consumo, es decir existen quienes desarrollan más tolerancia ya que beben una taza diariamente y quienes lo toman ocasionalmente.
De acuerdo con los expertos, ingerir demasiada cafeína puede provocar una gran cantidad de síntomas, la mayoría relacionados con el cerebro y el sistema digestivo, incluso se sabe que 100 tazas pueden ocasionar la muerte.
En la naturaleza existen también algunos animales que disfrutan de los sabores que ofrecen los granos de café, por ejemplo, la civeta, una especie de mamífero originario de Pakistan que se alimenta solo de los mejores granos, quien por cierto, forma parte de la cadena de producción del café más caro del mundo, “kopi luwak”.
Además de este mamífero, existe una especie de escarabajo al que se conoce como la broca del café (su científico es Hypothenemus hampei), quien es la criatura más cafeinómana que existe en el planeta.
El escarabajo habita entre las bayas de los cafetos, donde se encuentra la cafeína pura a concentraciones letales para la mayoría de insectos y muchos otros animales.
Por lo que si lo comparáramos con los humanos, su consumo equivaldría a tomarse más de 200 expresos al día.
El secreto para sobrevivir a tal consumo está en su estomago, en el cual se alojan hasta 14 tipos de bacterias, siendo Pseudomonas fulva la más común. Esta bacteria posee un gen que le permite degradar tan fácilmente la cafeína y sobrevivir únicamente alimentándose de ella.
Tristemente este insecto constituye una de las mayores amenazas para el café y sus productores, ya que al ser de tan diminuto tamaño van creando túneles en el fruto de la planta de café y poniendo huevos en ella para sobrevivir incluso por tres generaciones, dado que su proceso de gestación y su ciclo de vida dura entre 24 y 45 días.
Investigaciones recientes en materia de microbiología apuestan por atacarlo desde su macrobiótica intestinal por ejemplo, desarrollando algún método que altere sus bacterias para que la cafeína les resulte tóxica igual como sucede con otros insectos, pues su estudio resultará mucho más interesante y productivo que su aniquilación definitiva.